So say we all

Galactica 4ª temp

En apenas unas horas comienza en EE.UU. la cuarta y última temporada de Battlestar Galactica que, debido a la huelga de guionistas, se dividirá en dos tandas: la primera, de una decena de episodios, se emitirá semanalmente hasta junio de este año; la segunda, hasta completar los 20 episodios previstos, a comienzos del año que viene (fuente IMDB). Ya glosé sus dos primeras temporadas hace año y medio en esta entrada. Con Perdidos y The Shield es la serie que más expectativas me ha creado y donde he visto a los guionistas más próximos a lo que realmente me hace seguirlas: un relato lleno de intriga, una trama bien dosificada, unos personajes llenos de matices, situaciones que los llevan al límite…

Bien es cierto que de las tres series que he mencionado es la que más ha sufrido el formato episódico y la secuenciación a lo largo de varias temporadas de una extensión predeterminada. Y la que, a falta de ver cómo termina cada una de ellas, más se ha resentido de las decisiones argumentales que han tomados sus guionistas, a los que se les ha visto el plumero más de la conveniente. Sin embargo la mayoría de los aciertos de las dos temporadas anteriores se conservaron relativamente bien en la tercera y proporcionaron varios momentos antológicos que, ahora que se acerca el final, han vuelto a mi recuerdo. Fundamentalmente dos: el arco inicial en New Caprica y «Crossroads», el episodio doble con el que se planteó el punto de partida de lo que hoy verán en EE.UU. (y en breve por aquí los adictos al emulechannel).

Battlestar GalacticaComo pasa en muchas de las últimas series provenientes de EE.UU., detrás del argumento hay una voluntad de incomodar al espectador. Las zonas oscuras aumentan y se extienden, los personajes que originalmente eran positivos y con los que era fácil identificarse revelan facetas tenebrosas y comportamientos impropios del estereotipo del que inicialmente provenían, y florecen analogías con nuestra realidad que se explotan con verosimilitud. Como también hemos podido ver en el final Jericho, el argumento pone al público estadounidense ante una situación de lo más subversiva, con varios protagonistas (con los que es bastante fácil identificarse) en plena insurgencia contra las fuerzas de ocupación cylon que incluye atentados suicidas indiscriminados. O, más adelante cuando la situación se solucionó, con varios de ellos tomándose la justicia por su mano con los que consideran colaboracionistas. Situaciones que recuerdan a lo que, por ejemplo, ahora mismo se está viviendo en Palestina o en Irak y que suponen una pequeña sacudida al mundo de buenos y malos que suelen aflorar en la mayoría de historias clásicas.

La segunda «apoteosis» a la que me refería surge con el clímax final: el discurso de Apollo durante el juicio a Baltar. El chico para todo que tanto pilota un viper como sofoca un motín, comanda una nave de guerra, boxea como un campeón, supervisa la flota o se convierte en un brillante abogado, se marca un contundente alegato de defensa que resume lo que durante las tres temporadas han hecho los supervivientes humanos en su huida hacia adelante: sobrevivir. Un discurso que pone a los protagonistas como una banda que, por mucho que se haya empeñado en conservar una civilización, ha salido adelante a base de improvisar, cumplir la ley cuando lo consideró oportuno y saltársela cuando era necesario. No he encontrado un vídeo de ese momento, pero sí un fichero de audio donde se puede escuchar y una página donde se puede leer:

Did the defendant make mistakes? Sure. He did. Serious mistakes. But did he actually commit any crimes? Did he commit treason? No. I mean, it was an impossible situation. When the Cylons arrived, what could he possibly do? What could anyone have done? (looking at the audience) Ask yourself, what would you have done? (looking at the judges) What would you have done? If he had refused to surrender, the Cylons would have probably nuked the planet right then and there. So did he appear to cooperate with the Cylons? Sure. So did hundreds of others. What’s the difference between him and them? The President issued a blanket pardon. They were all forgiven, no questions asked. Colonel Tigh. Colonel Tigh used suicide bombers, killed dozens of people. Forgiven. Lieutenant Agathon and Chief Tyrol. They murdered an officer on the Pegasus. Forgiven. The Admiral. The Admiral instigated a military coup d’état against the President. Forgiven. And me? Well, where do I begin? I shot down a civilian passenger ship, the Olympic Carrier. Over a thousand people on board. Forgiven. I raised my weapon to a superior officer, committed an act of mutiny. Forgiven. And then on the very day when Baltar surrendered to those Cylons, I as commander of Pegasus jumped away. I left everybody on that planet, alone, undefended, for months. I even tried to persuade the Admiral never to return, to abandon you all there for good. If I’d had my way nobody would have made it off that planet. I’m the coward. I’m the traitor. I’m forgiven. I’d say we are very forgiving of mistakes. We make our own laws now; our own justice. And we’ve been pretty creative in finding ways to let people off the hook for everything from theft to murder. And we’ve had to be, because…because we’re not a civilization anymore. We are a gang, and we are on the run, and we have to fight to survive. We have to break rules. We have to bend laws. We have to improvise. But not this time, no. Not this time. Not for Gaius Baltar. (looking at Baltar) No, you… you have to die, because, well, because we don’t like you very much. Because you’re arrogant. Because you’re weak. Because you’re a coward, and we, the mob, want to throw you out of the airlock, because you didn’t stand up to the Cylons and get yourself killed in the process. That’s justice now. You should have been killed back on New Caprica, but since you had the temerity to live, we’re going to execute you now. That’s justice. […] This case… this case is built on emotion, on anger, bitterness, vengeance. But most of all, it is built on shame. (looking at his father) It’s about the shame of what we did to ourselves back on that planet. It’s about the guilt of those of us who ran away. Who ran away. And we’re trying to dump all that guilt and all that shame on one man and then flush him out the airlock, and hope that just gets rid of it all. So that we could live with ourselves. But that won’t work. That won’t work. That’s not justice; not to me. Not to me.

Es una pena que momentos como estos se vean menguados por otros menos conseguidos y el habitual síndrome cuanto más cambian las cosas más siguen igual. Un mantra que nos ha hurtado giros que podrían haber reorientado la narración por completo y ha dejado caer la serie en un cierto (y deliberado) conservadurismo. Cuan triste resulta observar cómo todos y cada uno de los personajes han tenido que bregar con una muerte cierta y han terminado «resucitando», en algunos casos de manera reprobable. Aunque quizás sea mejor esperar al final para ver cómo se desarrolla y se cierra la faceta mística de la historia, en la que puede haber explicación para esto.

A ver por dónde van los tiros en este final que nos va a llevar más de la cuenta. ¡Maldita huelga!

Esta entrada ha sido publicada en Cine y TV y etiquetada como , , , . Guarda el enlace permanente.