Ya pulula por la red el miniavance de la tercera temporada de Battlestar Galactica, una de las series de moda entre los exploradores del, como dice el hermano Francis, emulechanel que no pueden esperar a que la programen en un canal en abierto. Se estrena la primera semana de Octubre. Como soy otro de sus encendidos seguidores, quería comentar algún aspecto del que hablamos en la tertulia extraordinaria que hemos tenido en Santander el pasado sábado.
Para el que desconozca Battlestar Galactica, estamos ante un remake de la serie de televisión de finales de los años 70, aquella en la que una nave de combate protegía y conducía a los restos de la humanidad en su largo peregrinar en busca de la Tierra, y mientras se las veían con unos robots con un diodo basculante por ojo. Remake que ha mantenido el argumento central y los personajes y se ha desprendido de todo lo demás para hacer una actualización mucho más seria y verosímil, que se ha aupado hasta ser considerada la serie de ciencia ficción del momento. Va a ser difícil hablar de ella sin reventar sorpresas argumentales que, sin duda, los que todavía no han disfrutado con ella, no querrán ni oler. Pero creo que puedo conseguirlo.
Uno de los detalles que mantiene mi atención es cómo los guionistas han sabido bucear en múltiples estereotipos de la ciencia ficción para construir mucho más que un simplista space opera hortera. Detrás de la estética militarista alrededor de la que parece orbitar, con su protagonismo de naves espaciales lanzándose a degüello, fintas y retruécanos para vencer a enemigos superiores en número y armamento, conflictos entre diferentes escalafones de la cadena de mando,… hay una serie de tramas políticas, sociales, conspiratorias, románticas,… que dotan a la serie un grado de complejidad desconcertante para los no habituados a las series de la nueva hornada y que va más allá de cualquier película de este tipo que nos pueda llegar o multitud de libros que se han traducido.
Por ejemplo gran parte de la tensión de la primera temporada bascula alrededor del tema quién es un cylon. Porque resulta que éstos no se limitan a ser unos robotijos de brillos más apagados, sino que existen unidades de aspecto «humano», imposibles de identificar y que se encuentran en diferentes puestos de la flota aguardando el momento de despertar y llevar a cabo su misión de sabotaje. Individuos que vamos descubriendo a medida que se van revelando y que sirven para recuperar, medio siglo después, la temática de «la amenaza roja». Si a comienzos de la década de los 50 se pusieron de moda las historias de invasiones extraterrestres sutiles, esas en las que la dominación no llegaba mediante la guerra total sino por la inexorable penetración desde el interior, por mimetismo o control mental, después del 11S la psicosis surgida de la idea el terrorista puede estar en cualquier lado y actuar impunemente vuelve a hacer mella con abracadabrantes resultados.
Otro asunto que me ha sorprendido es lo bien manejado que está el formato. Ahora mismo ando revisionando Babylon 5, y la mitad de los episodios son puro relleno. Ya conoces a los personajes, su forma de pensar, de interactuar,… la trama principal está lanzada y siguen apareciendo los tradicionales momentos (a veces episodios enteros) a lo Vacaciones en el mar de menganito, viejo amigo del protagonista zutano, gloria sepulcral del cine o la televisión que llega a la estación por el motivo venial que se le ha ocurrido al guionista de turno. Todo determinado porque las series de televisión están secuenciadas en temporadas de 22/24 episodios de 42 minutos cada uno y hay que ceñirse a dicha estructura.
Aquí no hay nada de esto. De hecho la primera temporada de trece episodios es un alarde de cómo conseguir que la historia principal avance junto a las pequeñas historias de cada uno de los personajes en los que hay que profundizar sin apenas detenerse. Incluso el guión, la dirección y el montaje se alejan de lo rutinario y, con una versatilidad apabullante, se juega con todos los recursos posibles para ajustarse a la mejor forma de contar cada historia. Sólo hay que catar el plano secuencia con el que arranca el piloto al presentarnos el interior de la Galáctica y los personajes que la habitan para comprobar que no estamos ante algo al uso.
Hay más temas que merece la pena tocar, como lo razonable que es todo el asunto científicotecnológico, lo adecuado de la escenografía, los efectos especiales (ayer estuve viendo un rato Invasión y había cosas que cantaban cosa mala), el asunto de la religión, misticismo y esoterismo que se observa tanto en el comportamiento de los cylones como en el de las profecías que irrumpen en la historia (no me preocupan tanto en la medida que falta mucho por explicar),…
El problema de la serie, compartido por el 99% de productos similares, es que el espectador sabe que el status quo de los personajes y de la situación argumental no se puede romper; al fin y a la postre éste nunca demanda una revolución. Quiere que las cosas cambien para seguir estando igual. La muerte de un protagonista absoluto, una Galactica que no sea perseguida por los cylones y/o que encuentre la Tierra,… deja a la serie sin fuerza impulsora, como cuando Spiderman crece, madura, se casa,… Y aboca al cierre. Algo que si la cosa funciona se dilata todo lo necesario, que los anunciantes mandan.
Los guionistas han sabido solventarlo convirtiendo la trama en un continuo sube y baja que no ha desviado un ápice la serie desde el comienzo, y ha permitido que el espectador observase situaciones que han puesto a los personajes al límite una y otra vez. Sin embargo a mediados de la segunda temporada se nota ya un relativo cansancio y unas soluciones que, en un par de casos, son absurdas. Así que llegó el momento de revolucionar el cotarro y aunque se nota que se necesitaba más duración para conseguirlo (se aprecia una compresión brutal en los dos últimos episodios; incluso con el último que tiene duración extra), se ha abierto un curso completamente nuevo que casi es una refundación. Me da un poco de miedo que SPOILER se convierta en un remedo de V, con la resistencia luchando en inferioridad de condiciones contra los invasores, la quinta columna por ahí danzando, la niña de las estrellas,…,. Pero hay que conservar la esperanza. Si hasta ahora nos ha mantenido enganchados no veo por qué no va a seguir siendo así.
Nota final: Hagan lo que sea por seguirla en versión original. Un caso más en el que el doblaje no le hace ninguna justicia al original, comenzando por un genial Edward James Olmos como Adama y acabando por el delirante esquizoide Baltar.
… y ese relato de (no es ningún spoiler, creo yo)… como íbamos diciendo, ese relato del genocidio humano y las duras decisiones que hay que tomar… sin concesiones. El mejor primer episodio ever de una serie.
Eso sí, para solución absurda (casi me desengancho de la serie), la de «Epiphanies».
Todos los personajes han tenido que bregar con la muerte. En algunos casos de forma muy directa, y se ha obtenido un rendimiento de primera. Pero termina cansando que siempre en el último momento…
Y lo de «Epiphanies» es de traca.
Al final, de tanto leer bondades sobre la serie en la lista de Gigamesh, me animé a verla. Y me enganchó, claro. Como decís, el primer episodio es brutal, una de las mejores aperturas de una serie que he visto nunca. Luego la serie tiene sus altibajos, pero el nivel medio es muy alto.
Ahora mismo voy por el capítulo 14 de la segunda temporada, y estoy deseando llegar a los últimos, que seguro que son muy interesantes.
Ésta y The IT Crowd han sido los dos descubrimientos de lo que va de año, a falta de probar suerte con Firefly.
Me apunto la de IT Crowd. Firefly… bien hecha, buenos personajes, buena dinámica entre ellos,… pero hay episodios la mar de sosetes. Le falta caña. Son 14 episodios y después de varios meses todavía me faltan por ver 4.
Cuidado con The IT Crowd, que no es precisamente ciencia-ficción. Es una serie inglesa (de bajo presupuesto) con un humor muy parecido al de la tira cómica Dilbert (en español). En Microsiervos le han dedicado unas cuantas entradas: ésta, por ejemplo.
Descuida, que antes me informé. Son pocos episodios y de escasa duración, así que decidí correr el riesgo. El problema que tengo es que mi hermano es un vicioso de esto y no hace más que dejarme cosas que no tengo tiempo de ver: «Point Break», «Perdidos», «My name is Earl»,… Y se acumulan…
Mmm… Algo me dice que me va a gustar IT Crowd…
Álex (ex helpdesk)
Esta serie es increible. Me parece que es una de las series más inteligentes que he visto.Yo no era un aficionado a las navecitas y series tipo Star Trek ni nada de eso… pero le di una oportunidad.
Ni muerto la vería con las voces en español. Si escuchara a Adama, a Baltar o a Núm. 6 con otras voces, para mí la serie no sería la misma.
Los que hacen esta serie tienen que ser unos genios… te transmiten justo lo que quieren transmitirte. Cada episodio tiene su propia atmósfera.
Saludos!
Nacho, me parece injusto que despaches a Babylon 5 comparándola despectivamente con Vacaciones en el mar. De acuerdo que la primera temporada es algo floja y puede dar esa impresión, pero ¿puedes decir lo mismo de la segunda, la tercera o la cuarta temporada?
Me autocito por si las moscas 😉
Ahora mismo ando revisionando Babylon 5, y la mitad de los episodios son puro relleno. Ya conoces a los personajes, su forma de pensar, de interactuar,… la trama principal está lanzada y siguen apareciendo los tradicionales momentos (a veces episodios enteros) a lo Vacaciones en el mar de menganito, viejo amigo del protagonista zutano, gloria sepulcral del cine o la televisión que llega a la estación por el motivo venial que se le ha ocurrido al guionista de turno
No comparo «Babylon 5» con «Vacaciones en el mar», sólo una técnica de crear episodios enteros o parte de ellos que hace que una serie que en, estirando, tres temporadas podía haber sido LA HOSTIA, se queda simplemente en buena por esa forma de hacer aritmética.
En el fondo el problema está en el soporte que tienen las series de televisión, que por narices tienen que ser como decía: 22/24 episodios de 42 minutos. Y aunque hay guionistas muy buenos a veces ni ellos son capaces de coger lo que tienen en origen y plegarse a eso; tienen que rellenar, inflar, recolocar, recortar, extender,… y recurren a muletillas como la señalada.
Curiosamente pasa lo mismo en el mundo del tebeo con el comic book americano o la BD europea. La necesidad de ceñirse a un formato (a grosso modo, 24 páginas unos, 48 páginas otros), una periodicidad, una forma de trabajo,… acaban condicionando la creatividad de los autores. Hay gente que aun así saca dinamita cada vez que se pone delante del teclado o la mesa de dibujo, pero no me parece lo más provechoso. Exagerando (es otro medio) es como si todas las obras literarias tuviesen que estructurarse entorno a trilogías de 300 páginas por libro y 32 líneas por página.
Lo que digo, condiciona. Y en «Babylon 5» creo que se nota demasiado. Y aun así, y lo ridículo del atrezzo o de ciertas soluciones argumentales, me parece una de las mejores series de ciencia ficción que se han hecho que no tiene nada que ver con ese truño camp que era «Vacaciones en el mar»
Nacho, vuelvo a insistir: estás juzgando a la serie completa basándote únicamente en la primera temporada, que reconozco es la más floja, y tiene demasiados episodios de «relleno». En la temporada 2, el relleno es cada vez menor, en la tercera aún menos, y en la cuarta, tuvo que ser comprimida ante la amenaza de la productora de no renovar una quinta temporada. De este modo, se resolvió toda la trama de las sombras en unos cuantos episodios, demasiado acelerados para mi gusto, porque había chicha para más.
Luego pasó lo que pasó: renovaron por una quinta temporada, pero la serie ya estaba concluida. ¿Qué hacer? Meter dos tramas de relleno (ahora sí), cosa que creo que no debería haberse hecho. Con el nivelazo que Straczynski nos tenía acostumbrados a los que seguíamos la serie desde el principio, el bajón de calidad en la quinta fue grande, sobre todo por la trama de los telépatas, metida con calzador (cuando se centra en los centauri y los drakh recupera el interés). Pero eso no desmerece su excelente trabajo previo.
Sobre las críticas al atrezzo, no voy a opinar, supongo que se podría haber hecho mejor si se hubiera contado con más dinero. Pero sí me parece insólito que haya gente que, sin haber visto la serie, la prejuzgue y eche pestes porque no le gusta el peinado de Londo.
Digamos que estoy juzgando una serie por las tres temporadas que llevo «revisionadas» (la semana que viene empiezo con la cuarta, que todavía no he visto. Servidor se quedó colgado en Za’Ha’Dum). Creo que eso es suficiente para argumentar una opinión como la que he emitido.
Y estoy de acuerdo en que a medida que se acerca esa tercera temporada el relleno va siendo cada vez menor. Pero si en total las cuatro temporadas son ¿88? episodios, ¿no habría quedado mejor con 66 o, incluso, en 50? ¿No es suficiente metraje para hacer una serie igual de conseguida, progresiva, con un curso argumental idéntico y menos relleno?
Sí, estoy de acuerdo, podría haber quedado mejor con menos episodios. Pero vivimos en un universo inflacionario, y la literatura actual de CF no es ajena al relleno de los libros ¿verdad? 🙂
Otra cosa: lo de prejuzgar la serie sin verla porque el peinado de Londo no guste no lo decía por ti, sino por los comentarios de César que aparecieron en el blog de Julián Díez hace tiempo, acerca de la serie.
Sí, me acuerdo de aquella discusión. Y quizás es la razón por al cual el público general jamás tragará con una serie así al no poner de su parte lo necesario para suspender la incredulidad. Curiosamente, a mi me pasa un poco con «Star Trek» y series derivadas…
Si es que hay gente pa tó
A mí, en particular, no me preocupa eso que dices. El público general es el responsable de los culebrones, la salsa rosa y El gran hermano. ¿Que no quieren ver esas series de «marcianos» porque les da repeluznos? ¿Y qué?
Sobre Star Trek: no soy precisamente un entusiasta de esta franquicia, aunque me he tragado casi todos los episodios de sus distintas encarnaciones (antes que ver los programas de la tele, prefiero cualquier otra cosa) pero si tienes ocasión, te recomiendo que veas la tercera temporada de «Enterprise». Es tan buena que NO parece Star Trek 🙂
Bueno tuve el agrado de recrearme con Battlestar Galáctica me pareció una buena serie mas sin embargo creo que no es la mejor serie de ciencia ficción , a mi parecer las mejores son STARGATE SG1 Y ATLANIS y Babylon 5 sobre todo el sg1 es el mejor, claro que su primera temporada estuvo algo flojita pero es buenísima.