La justicia, sus procedimientos y sentencias darían mucho juego para una bitácora diaria centrada en sus acciones o, por qué no, en su pasividad ante ciertos temas (y lo mismo se podría aplicar a profesionales de la sanidad, la seguridad, la política, la enseñanza…). En los últimos días no sólo ha salido a la luz pública el tema de El Jueves o la mujer que tiene que elegir entre su pareja actual y la custodia de sus hijas. Vía Microsiervos ayer me enteré que el periodista Luis Alfonso Gámez había sido condenado por un juzgado a pagar 6000 euros a Juan José Benítez por vulnerar su derecho al hum… digo honor.
Resulta que negar que el hombre convivió con los dinosaurios, que un poder mágico permitió mover las estatuas de Pascua hasta su ubicación actual, que Cristo se sentó en el Coliseo romano… y denunciar el fraude con un poco de vitriolo o alguna palabra más alta que otra es motivo de multazo. Aunque todo lo anterior sea un sinsentido insostenible vendido como veraz no se pueden utilizar vocablos como mentira, fraude, bazofia… porque se daña el honor del que los emite. Me pregunto si aplicarán alguna vez esta medida a los políticos de este país.
Lo mejor es leer lo que ha escrito el propio Luis Alfonso en su blog, Magonia.
El magistrado considera que expresiones como que “su negocio (el de Benítez) se basa en la mentira, el engaño y la tergiversación: en lo que ha hecho Benítez en Planeta encantado”, que “descubrir los sucios manejos de un destacado miembro del club del misterio pone en entredicho a todos” y que “Benítez había engañado al público” con la emisión del montaje sobre el primer alunizaje; que preguntarse “¿Qué piensa de esta bazofia de 8 millones de euros el comité de sabios al que iba a recurrir Rodríguez Zapatero para regenerar TVE?”; que sostener que “que no se sepa algo no da carta blanca para decir sandeces, que es lo que hace el reportero de lo paranormal al hablar de los extraterrestres como origen del conocimiento para hacer estas piedras” (las bolas de piedra de Costa Rica) y las referencias a su hijo, “en cuanto inciden en su vida privada” (la de Benítez), exceden de los límites aceptables del derecho a la libertad de expresión de su autor y que afectan o pueden afectar muy negativamente, sobre todo si se prolongan en el tiempo y en un medio de comunicación de gran difusión, como es el caso, a la dignidad del Sr. Benítez, fama, buen nombre, prestigio y credibilidad profesional”
O Javier Armentia. O Luis López Vilas.
La noticia está irrumpiendo en la red con más calma que la de El Jueves y se han vertido opiniones para todos los gustos. Están los que se alegran porque se pone coto a los que quieren «difamar» a los «profesionales» de lo paranormal, los que defienden a capa y espada a Gámez y su labor independientemente de cómo lo haga, los que dicen que le está bien empleado por obsesionarse con alguien que sólo tiene credibilidad porque hay gente que le responde… Servidor no tiene muy claro si se podría haber hecho la denuncia de otra forma, con palabras más suaves. Lo que me pregunto es cómo habría obrado yo después de, por ejemplo, ver el siguiente vídeo financiado con dinero público y vendido no como creencia sino como ciencia.
Llego a la conclusión de que si este blog versase sobre este tema me veía también delante del juez (en el caso de tener la misma audiencia que Luis Alfonso, que no es ni será el caso). Pero, como saben, aquí todo está relacionado con la ficción y lo real apenas tiene un hueco.
A continuación, como sugiere Luis López Vilas, enlazo varios artículos de Magonia dedicados a Benítez.
- Los vendedores de misterios, en la revista ‘Rolling Stone’
- Del plagio de Troya al montaje lunar
- La marca terrícola del anillo marciano de Benítez
- Creyentes en todo, escépticos de nada
- El ‘Planeta encantado’ de Benítez vuelve a TVE
- Silencio encantado
- El momento estelar de ‘Planeta encantado’cuando Benítez sentó a Jesús en el Coliseo
- «Los enigmas no deben ser desvelados», concluye Benítez en ‘Planeta encantado’
- Un estudio de animación vasco creó la base lunar de ‘Planeta encantado’ por encargo de Benítez
- Un inexistente espía de la CIA reveló a Benítez el hallazgo de una base extraterrestre en la Luna
- Benítez confunde Prehistoria con Historia y niega la escritura al Egipto de los faraones
- A ‘Planeta encantado’ se le funden los plomos
- Seres del espacio «dieron el primer aliento civilizador» a los bereberes
- «Mis detractores son agentes de los servicios de inteligencia», dice Benítez
- ‘IOI’: un anillo para engañarlos a todos y llenar de extraterrestres la Prehistoria
- Los escépticos españoles se movilizan contra el ‘Planeta encantado’ de Benítez
- Juan José Benítez, en busca del Arca perdida
- La sábana santa: cuando tres laboratorios desmontan el invento de los vendedores de misterios
- Colón fue el último en llegar a América
- Jesús de Nazaret estuvo sentado en la grada del Coliseo romano antes de que se construyera
- Los hombres-peces de Sirio viajan en carros de supermercado interestelares
- Las estatuas de la isla de Pascua se trasladaron hasta sus altares volando
- El legado de los Picapiedra
- Juan José Benítez desentierra piedras grabadas en Ica treinta años después
- Benítez, el 11-S y los pseudoescépticos argentinos
La verdad es que es penoso que alguien que defiende la racionalidad y el sentido común acabe encausado y condenado. Pero también es verdad que hay que tener un cierto cuidado en cómo se dicen las cosas. El motivo es que la libertad de expresión puede entrar en colisión con el derecho al honor, ambos reconocidos en nuestra Constitución.
Yo soy más partidario del sistema americano que dice que la libertad de expresión no puede tener ningún tipo de restricción -aunque también lo matizaría- pero tenemos lo que tenemos.
Lo que me fastidia más, por eso, es que este tipo de programas se emitan por canales públicos financiados de nuestros impuestos. E incluso los que se emiten por canales privados, crean confusión en la gente y les indicen a creer cosas que, o son claramente falsas o no están en absoluto demostradas.
Estoy de acuerdo con Yarhel. Es algo lamentable, pero creo que en el movimiento escéptico deberían de guardarse mejor las formas y ser más educados al exponer sus ideas. Entre otras cosas porque tienen en frente a gente que sabe manipular muy bien las situaciones en su beneficio y que dominan a la perfección el arte de la demagogia.
Y al final pasan cosas como estas, si os dáis cuenta el énfasis se hace en el ataque al honor, no en las afirmaciones sobre la falsedad o inexactitud de las teorías. Creo que esto es lo que muchos deberían de tener en cuenta. Una cosa es lo que se piensa y otra lo que se dice, ¿o acaso no se hace lo mismo en otros ámbitos de la vida diaria?.
Eso sí como dice Yarhel yo creo que la libertad de expresión debería de ser de verdad y el atentado contra el honor debería de hacer referencia a imputaciones de delitos, difamaciones, e injurias, no por llamar a alquien mentiroso. Por cierto, ¿cuántos de nuestros políticos tendrían que pagar los seis mil de marras si se les aplicase el mismo rasero a su declaraciones?. Esto precisamente es lo que me indigna de estas sentencias, el doble rasero.
Pues me temo que estoy en desacuerdo con Yarhel e Instanton. No veo vulnerado el derecho al honor en unas afirmaciones en las que se afirma que tal persona miente, manipula y tergiversa y se demuestran esas mentiras manipulaciones y tergiversaciones. Si pese a todo, tenemos una ley que considera vulnerado el honor de alguien cuando se hacen afirmaciones ciertas y probadas sobre él referidas a sus actividades públicas entonces es que algo falla en la ley española. Mucho.
La verdad es que no tenía noticia de esta historia hasta que la he leído ahora aquí, en «Aburreovejas». Y me parece acojonante.
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Coincido con Rudy.
Uno de mis blogs favoritos es «Mala Ciencia» http://malaciencia.blogspot.com/ , donde cogen una burrada científica aparecida en una película/serie de televisión y explican porqué esta mal haciendo didáctica sin dar excesiva caña a los guionistas. El tono es distinto al de «Magonia» y, no puedo negarlo, a mi me resulta más atractivo. Sin embargo aquí no estamos hablando de guionistas que hacen algo por desconocimiento o porque tienen una necesidad argumental y no saben cómo satisfacerla… sino de gente que se hace pasar por científicos y venden como cierto lo que no lo es. No hay una explotación de la duda, de nuestro desconocimiento, un juego con la ficción. Ni siquiera nos lo venden como una creencia.
Ya digo que yo probablemente haría lo mismo. Y es lo menos que se merecen.
¿Pero qué derecho al honor puede tener una persona que vive de mentir y engañar a la gente?
En fin, ésta noticia sí que me parece indignante, y no la del Jueves, que al fin y al cabo debe estar encantado con la publicidad.