(No) Finalistas del primer premio Xatafi-Cyberdark

Ya tenemos publicada la lista de finalistas del Primer premio Xatafi-Cyberdark de la crítica de literatura fantástica, una iniciativa de la asociación cultural Xatafi y la librería Cyberdark que nace con la vocación de asentarse como un premio de la crítica y ser un complemento para los premios Ignotus. Aunque hay varios foros, webs y blogs que se han hecho eco, ya sea para informar u opinar, creo que se hace necesario recordar los finalistas entre los que el propio jurado, del que soy miembro, eligirá los ganadores

Novela nacional (premio dotado con 350 euros cedidos por la librería virtual www.cyberdark.net)

Juan Miguel Aguilera, Mundos y demonios (Bibliópolis)
Nicolás Casariego, Cazadores de luz (Destino)
Rodolfo Martínez, Sherlock Holmes y las huellas del poeta (Bibliópolis)
José María Merino, Cuentos del libro de la noche (Alfaguara)
Javier Negrete, El espíritu del mago (Minotauro)
Eduardo Vaquerizo, Danza de tinieblas (Minotauro)

Novela extranjera

Susanna Clarke, Jonathan Strange y el señor Norrell (Salamandra)
Kazuo Ishiguro, Nunca me abandones (Anagrama)
David Mitchell, Escritos fantasma (Tropismos)
Audrey Niffenegger, La mujer del viajero en el tiempo (Grijalbo)
Philip Roth, La conjura contra América (Mondadori)
Bruce Sterling, Cismatrix (Bibliópolis)

Relato nacional (dotado con 150 euros aportados por www.cyberdark.net)

Alfredo Alamo, “El hombre de la pala” – Paura vol. 2
Juan Díaz Olmedo, “Dragón podrido” – Paura vol. 2
Santiago Eximeno, “Escombros” – Artifex Tercera Época vol. 2
Lorenzo Luengo, “La cotorra de Humboldt” – Artifex Tercera Época vol. 1
Félix J. Palma, “Margabarismos” – Artifex Tercera Época vol. 2
Marc R. Soto, “Gatomaquia” – Galaxia nº 15

Relato extranjero

George R.R. Martin, “El hombre con forma de pera” – Gigamesh nº 40
Richard Matheson, “Duelo” – Gigamesh nº 42
Ian McDonald, “La pequeña diosa” – Asimov nº 21
Mike Resnick, “He tocado el cielo” – Gigamesh nº 42
Mike Resnick, “El sumidero de la memoria” – Gigamesh nº 42
Bruce Sterling, “No opinamos lo mismo” – Gigamesh nº 41

Iniciativa editorial destacada del año

Berenice, por La nave, de Tomás Salvador
Gigamesh, por Ven y enloquece, y otros cuentos de marcianos y Luna de miel en el infierno, y otros cuentos de marcianos, de Fredric Brown
Reino de Redonda, por La nube púrpura, de M.P. Shiel
Valdemar, por Narrativa completa 1 de H.P. Lovecraft
Valdemar, por ¿Pueden suceder tales cosas? (Cuentos fantásticos completos), de Ambrose Bierce
Valdemar, por Drácula, de Bram Stoker

Entrando a valorar por encima los resultados, en lo que a novela extranjera se refiere el año 2005 fue un periodo excepcional. Sin entrar en una extensa enumeración, se me ocurren al menos cinco o seis novelas que, por una simple cuestión de número, han quedado fuera aunque su calidad se pueda calificar entre notable y sobresaliente. A título individual, por citar una, me hubiese gustado que en la fase final estuviese la popular Tormenta de espadas, una exhibición incontestable de lo que los anglos llaman storytelling. Pero la competencia ha sido dura.

En el caso de relato extranjero, se observa que la revista Gigamesh se ha llevado el gato al agua: sólo uno de los relatos no fue publicado originalmente en sus páginas. Aquí puede parecer extraño que la revista que más publicase en el 2005, la tristemente desaparecida Asimov Ciencia Ficción, sólo haya introducido un representante entre los finalistas. Sin embargo, entrando en el terreno de la opinión, después de haberme leído casi de seguido los seis números aparecidos en ese periodo, tengo la impresión de que el nivel medio de lo publicado era más bien mediocre. A grosso modo, salvo excepciones, las ideas distaban una enormidad de ser majestuosas y no se puede decir que la habilidad de sus autores estuviese especialmente afilada. Probablemente una manifestación de que la ciencia ficción estadounidense no atraviesa su mejor etapa, algo parejo a lo que ocurre con las «grandes» novelas que nos llegan a las colecciones de género.

No obstante, algunos relatos que al final no han entrado bien merecen una lectura detenida. Entre ellos recomiendo los dos de Gene Wolfe (nºs 16 y 21) por su concisión y su solvente acabado formal, el emotivo y nostálgico de Resnick «Una princesa de la Tierra» (nº19), inferior a los dos seleccionados de Gigamesh, o «El hielo», de Steven Popkes (nº 16), un acercamiento al tema de la clonación bien resuelto y que es una lástima que tenga una difusión tan limitada. Por su manera de aproximarse, su carga humana y didáctica y su sólido desarrollo de personajes bien merecería su publicación en un diario o semanario de tirada nacional.

Aquí, a título todavía más personal, recomiendo el libro de Michael Cunningham Días memorables y, sobremanera, su primera parte, «En la máquina». Una novela corta enclavada en la Nueva York de finales del siglo XIX que narra las vicisitudes de un adolescente que, tras la muerte de su hermano, se ve obligado a sacar adelante a sus padres trabajando en la industria de la época. La historia, enclavada en lo que era la vida del proletariado, transmite con eficacia una atmósfera desoladora y mísera que recuerda a cuentos de J. G. Ballard o M. John Harrison, y supone, como las otras dos novelas cortas que contiene, una vuelta de tuerca a la novela de género. En este caso concreto a la historia de fantasmas (todo sea dicho, extravagante)

Pasando al material nacional, en novela no tengo nada que decir. En relato… poco más. El sólido nivel medio de los Artifex o Paura ha jugado en contra de los relatos publicados por la Asimov o las antologías de sus respectivos premios publicadas por Parnaso o AJEC. De la primera recomendar la lectura de «Play «Nobody´s Home» de Avril Lavigne» de Juan Carlos Planells, un relato que aun siendo clasicote tiene garra, y de La ciudad de los muertos de Parnaso, el que da nombre a la antología, un efectivo cuento de Antonio Cebrián con un toque Dickiano.

Por último, en lo que a la iniciativa editorial más destacada, se ha quedado fuera algún volumen de Valdemar que bien podría haber entrado, como la recopilación en Gótica de varias novelas de William Hodgson. Pero cuando hay que elegir siempre ocurre lo dicho: te decantas por unas obras e, inevitablemente, descartas el resto.

Ahora a seguir viendo las reacciones.

Y a fallar.

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11 respuestas a (No) Finalistas del primer premio Xatafi-Cyberdark

  1. Ataulfo dijo:

    Pues lo de Tormenta choca un poco, aunque puedo entender que no se quiera nominar a continuaciones de sagas por variar un poco. La épica se queda un poco huerfana sin este título, que queramos que no es el que más furor ha causado en el fandom en el 2005. Es desde luego bastante superior a la sobrevalorada (no porque no sea buena, sino porque tiene un bombo de premios a mi gusto algo excesivo, cosa de tener editores listos) Johnatan Strange, que a pesar de contener ideas estupendas, la de Martin le da sopa con ondas en empaque narrativo y ritmo.

    Yo apostaría por «Nunca me abandones», a falta de leer el de la NiIffengger que tampoco pinta mal. En Español me quedo con «Mundos y Demonios», aunque no he leído a Negrete, claro.

  2. Fran Ontanaya dijo:

    Está claro que contra más vías de reconocimiento haya mejor irá para la literatura fantástica en España.

    Luego cada uno podrá confiar más en uno o en otro premio, pero al menos nunca faltarán referencias y, además, se fomenta el espíritu competitivo.

  3. Nacho dijo:

    Uy, la novela de Susanna Clarke creo que está infravalorada: no se está hablando de ella todo lo que se debería estar hablando. Y, a mi modo de ver, empaque narrativo y ritmo tiene un huevo. Lo que ocurre es que su registro es completamente diferente. Yo la disfruté casi más que «Tormenta». Digo casi, porque en el fondo me van los culebrones :p

    Pero mejor me callo que todavía tenemos que deliberar y creo que debo evitar pronunciarme sobre sobre los finalistas estableciendo comparaciones.

  4. Víctor M. Ánchel dijo:

    Personalmente, creo que las novelas de Susanna Clarke y Kazuo Ishiguro no sólo son dos grandes selecciones que merecen aparecer en la terna de candidatos, sino que con toda probabilidad son las dos grandes novelas de este principio de siglo. Strange y Norrell es una maravillosa pieza de artesanía indispensable, como lo fueron en su día «El Señor de los Anillos» o «Pequeño, Grande», y en cuanto a calidad constructiva, de manejo de la trama y alcance es difícilmente comparable a la última del gran Martin. Me encanta la saga de Canción de Hielo y Fuego, pero la novela de la señora Clarke juega en otra liga: animo a todo dios a leerla, porque una vez dentro es imposible salir si no es tras volver la última página. Impresionante.
    En cuanto a lo demás, echo de menos algún otro finalista en las novelas nacionales, así como una categoría diferente llamada: «Mejor Novela», sin etiquetas, que distinguiera a la mejor obra aparecida durante el año independientemente de su nacionalidad.
    La selección de relatos finalistas es muy buena en sus dos categorías.

    V.

  5. Ataulfo dijo:

    Supongo que será porque últimamente le tengo más amor a la ciencia ficción dura y a las novelas realistas, pero a pesar de la inagotable imaginación de Clarke, veo su novela un tanto burguesa(supongo que es justificable,ya que bebe mucho de la literatura victoriana y en cierto modo la homenajea).

    En sentido de la maravilla pocas le ganan, cierto, pero su superficialidad y escapismo acaba por resultar molesto. Parece que importa más epatar con historias fascinantes que contar realmente algo, cosa que no ocurre con la inmensa «pequeño, grande», que en menos páginas consigue no sólo dejarte embelesado sino entretejer un mundo en el que se respira vida y que es casi imposible abarcar en una sóla lectura. Incluso Martin, a pesar de su caracter más argumental y evidentemente también escapista, consigue hacerte un dibujo menos sesgado de la realidad al tocar todos los estratos sociales con sus múltiples personajes.

    Esto no ocurre en el de Clarke, donde la autora necesita meterte chorizos cada dos páginas para intentar que el mundo parezca coherente y más grande de lo que se vislumbra en la novela. Sin contar que me resulta un poco increible y tramposa la utilización de la magia.

    Aún así tanto Martin como Clarke deberían aprender a ser más concisos (casi más el primero, diría yo). Leed sino la Ciudad del Grabado y veréis como con 300 páginas se pude llenar un libro de sentido de la maravilla y a la vez crear un escenario consistente y vivo.

  6. Nacho dijo:

    Venga Víctor, dinos qué novelas nos hemos olvidado. Creemos polémica de la buena 😉

    Lo de Mejor Novela… sin quitarle mérito a las nuestras, que lo tienen, creo que este año no habría entrado ninguna a no ser que la lista fuese de diez o más. Aplicando lo que dices sobre «Jonathan Strange», los foráneos de 2005 jugaban en otra liga.

    Ataulfo -> Lo que comentas de la superficialidad y escapismo… no creo que sea así. A ver si puedo escribir una entrada sobre la novela, que la merece. Además, si cojo por ejemplo las novelas enclavadas en siglos anteriores al XX de Tim Powers, para mi las mejores, podemos decir que la reflexión que se hace es mínima: tenemos aventuras cuya fuente de placer radica, mayormente, en la explicación sobrenatural de la historia. Pero no por eso podemos decir que sean reprobables. Si lo son es por otros aspectos en los que algunos meten cera al autor… y otros pasan de puntillas.

    Y no aprecio ni que sea un tanto increíble ni que haga trampas ni que las notas sean un truquillo barato para hacer mundo. COmo curiosidad, me salté varias y no aprecié que el mundo perdiese detalle alguno.

    Lo de que es burguesa y da una perspectiva deformada de la realidad de la época… ahí llevas toda la razón. Pero supongo que viene del modelo que se sigue: el costumbrismo de Jane Austen.

    Si quieres algo con más carnaza en este sentido, si no la has leído, recomendarte «Las edades de la luz» de Ian R. MacLeod, que en un escenario ligeramente diferente le da caña al capitalismo de los últimos siglos. Una obra que no pasó a la final pero que no habría desentonado.

    Y tengo por aquí «La ciudad del grabado». A ver si la leo en breve.

  7. Víctor M. Ánchel dijo:

    Pues en la categoría de mejor novela nacional, yo habría incluido la novela «Elemental, querido Chaplin» de Rafael Marín.
    Lo de establecer una categoría a la mejor novela de fantasía y cifi, sin mayores etiquetas, creo que es tan necesario como la misma idea de un premio de la crítica: tenemos que dejarnos de complejos; habrá mejores y peores años de cosecha nacional, pero tenemos que perder ese respeto absurdo y recordar que se han escrito magníficas novelas españolas y en español en las últimas décadas. Cuando aparezca la siguiente, debería significársela adecuadamente. 😉

    V.

  8. Ataulfo dijo:

    Bueno, va a parecer que le tengo manía a la novela de Clarke, y no es así. Me parece una novela notable por lo menos, muy imaginativa y disfrutable. Si me he centrado en los aspectos negativos era un poco por replicar a Victor, que la considera entre los grandes, y quizá yo no tanto por los aspectos mencionados.

    El de McLeod lo he leído y no hubiera desentonado para nada en la selección. A pesar de ser de difícil lectura, sobre todo por su lentitud inicial, me pareció estupendo su tratamiento de la sociedad, y al final me dejó muy buen sabor de boca.

    A título personal echo en falta un poco de épica, creo que tampoco hubiera desentonado «En el principio fue la oscuridad» de R.Scott Barker. Si bien dicen que su segunda entrega es muy superior, me parece de lo mejor que se ha hecho en el género en muchos años. Pero bueno, la competencia era muy dura.

  9. Mr. Valdemar dijo:

    «me hubiese gustado que a la fase final habría pasado la popular Tormenta de Espadas»

    Pues yo me alegro de que no sea así, la verdad. No acabo de entender esa tan extendida costumbre entre el fandom de ensalzar obras de estos géneros basándose en virtudes que son exactamente las mismas de las que gozan los bestsellers mainstream, pero mientras para las primeras no nos cansamos de dedicar elogios y otorgar premios… líbrenos dios de reconocer los méritos de cualquier autor superventas especializado en el thriller o la ficción histórica.

    Pero bueno, lo que quería decir es que corrijas esos verbos de la frase cuando puedas, Nacho, y alguno que has elegido mal en el primer párrafo… seguro que colgaste el texto precipitadamente y se te ha colado algún elemento extraño más propio del léxico de un futbolista… probablemente influido por la proximidad del mundial. 😉

    Por cierto, buenas noticias. Una nueva edición de «La espada rota» ya está en todas las librerías.

  10. Nacho dijo:

    Le agradezco que me comunique el error. Ahora mismo paso a solventarlo. Espero pasar, al menos, por jugador de balonmano, deporte que me es mucho más querido.

    Por cierto, ¿qué tal ha quedado la lista del premio? ¿Le resulta satisfactoria? ¿Algún olvido flagrante? Con esa opinión sobre Martin seguro que tiene mucho que decir sobre la inclusión de las novelas de Negrete o Niffenegger.

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