Los arácnidos

Los arácnidos

Los arácnidos

Aprovechando que en breve comentaré El menor espectáculo del mundo, la última colección de relatos de Félix J. Palma, recupero una reseña que escribí hace unos años para C y que, por el pequeño desastre informático que padeció hace unos meses, no se encuentra accesible por el momento. Se centra en su colección más reciente hasta la aparición de El menor especáculo del mundo: Los arácnidos. Un excelente vehículo para comprobar por qué Palma es uno de los mejores cuentistas de la actualidad.

En Los arácnidos se observan con claridad las señas de identidad que Palma ha mantenido en su obra breve en la que ha compuesto un universo narrativo tan genuino como coherente. Contiene una serie de narraciones enclavadas en nuestra España actual en las que individuos de clase media con una vida “normal” deciden, tras un hecho a priori casual, romper de alguna forma su anodina rutina diaria. Un conjunto de estampas cotidianas en las que el azar, los deseos no consumados, la envidia, la avaricia… consuman, a priori, nimias catástrofes personales de insospechadas consecuencias. Y, a veces, en este contexto, se cuela un levísimo aire fantástico que potencia determinados aspectos de la narración.

Lo mejor para apreciar estas señas de identidad es observar uno de los relatos. Voy a centrarme en el que abre Los arácnidos: “Confusión macabra”. Su protagonista es Eliseo Barroso, un padre de familia gris y adocenado que cada mañana se encierra en el cuarto de baño para leer un desgastado recorte de prensa. Tres años atrás su anciana madre recién fallecida fue confundida con otra paciente del hospital donde estaba ingresada, que terminó en su cama, con el resultado de que la familia de ésta última no realizó ningún reconocimiento del cadáver, la lloró en el tanatorio y la incineró sin saber que ella seguía viva en otra habitación. Una vez revelado el entuerto, tras la correspondiente denuncia al hospital y la fugaz presencia en los medios de comunicación, todo pareció olvidarse. Sin embargo, Eliseo se ofuscó con la casualidad y empezó a buscar una razón última que explicase el embrollo. Y la encontró en la persona de Laura Cerviño, la hija de la mujer que se dio por muerta, a la que ha convertido en su obsesión. Un amor imposible que un día decide hacer realidad a través de una llamada, paso en principio minúsculo que terminará alterando por completo su vida, la de Laura y la de sus respectivas familias.

“Confusión macabra” es un tour de force alejado de lo que solemos etiquetar como tal. Una historia que avanza a base de giros, extendiendo una espiral que conduce a una conclusión casi apoteósica. Una cúspide que nada tiene que ver con la acción desenfrenada o las revelaciones extemporáneas, y sí mucho con los rasgos que enumeraba anteriormente, como la mezcla de caos y fortuna que modela nuestra existencia o las relaciones que mantenemos con nuestras parejas, familias, compañeros de trabajo… Ideas que quedan convenientemente expuestos mediante las vicisitudes que atraviesa el malhadado Eliseo Barroso en la búsqueda de sus deseos más íntimos.

También se hace interesante analizar “Los arácnidos”, segundo cuento de la colección y el primero en el que se vislumbra un ingrediente fantástico. La crisis de un adonis hedonista que los fines de semana intima con mujeres jóvenes para, cuando ha creado la suficiente confianza, llevarlas de visita a casa de su abuela donde son asesinadas. El elemento sobrenatural aparece, como acostumbra a ocurrir en Palma, desde la sugerencia; la vivienda se insinúa como una especie de tela de araña tejida por la abuela, una suerte de arácnico que necesita que su joven rapaz la lleve periódicamente sangre para completar algún tipo de ritual. No obstante el paso del tiempo, el hastío y la búsqueda de libertad originan en el protagonista un cansancio de su modus vivendi que toma una decisión que ya tomaron sin éxito sus familiares en el pasado: hacerse con la fortuna de la familia, atesorada en lo más profundo de la casa.

Aunque el azar ha desaparecido casi por completo del argumento, otra vez encontramos un personaje inmerso en una vida insatisfactoria que hace lo que está en su mano para cambiarla; con el aditamento de ver el conjunto imbuido en una atmósfera fantástica con un intenso poder metafórico. La identificación de la abuela y su hogar con una araña y su tela, la opresión que siente el protagonista, la necesidad de acudir a ella periódicamente… ligan el desarrollo de “Los arácnidos” con el peso de las relaciones familiares, unos hábitos que mantenemos a puro golpe de rutina, pero también, por ejemplo, con el estado del personaje, atrapado en una vida que detesta y sin posibilidad de escapatoria.

Estas pautas y otras, como el pesimismo latente en la mayoría de las historias o la sutil ironía que irrumpe cuando menos te lo esperas, se observan en los ocho relatos que conforman Los arácnidos. Y realmente se hace difícil decantarse entre los ya comentados o la cadena causa efecto que lleva a la ruina al protagonista de “Los paraísos perdidos”. O la divertidísima historia negra de “Morir en tu bañera y otras lamentables casualidades”. O el ingenio surrealista que inspira “Los desprendidos”, una comedia tan extraña como tronchante. O…

No quería cerrar el comentario sin apuntar el soberbio uso del lenguaje que despliega Palma, con un vocabulario rico y variado, unas estructuras gramaticales complejas para nada exentas de fluidez y un tono narrativo diferenciado que va de la mano de la historia que va a desarrollar. Un cúmulo de características que unidos a la pulcritud y el esmero que se toma en la redacción de cada relato dan forma a una de las mejores colecciones de cuentos que se ha publicado en los últimos años.

Esta entrada ha sido publicada en Libros sabrosos, Reseñas y etiquetada como , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a Los arácnidos

  1. francisco dijo:

    que tal Nacho, de este autor he leido La hormiga que quiso ser astronauta, magnifica, y algunos relatos en antologias, ese de la bañera no aparecio en Artifex? vino a El Ejido, Almeria, a promocionar El mapa del tiempo pero me lo perdi, seguro que el acto esuvo bastante interesante y ameno. Un par de consultas que mas novelas tiene este autor aparte de las que he mencionado? se parece su estilo al de Juan Bonilla? has leido algo de este?
    un saludo…

  2. Nacho dijo:

    Lamentablemente, no he leído nada de Bonilla todavía. Aparte de «El mapa del tiempo» y «La hormiga que quiso ser astronauta», en 2006 publicó «Las corrientes oceánicas»

    http://latormentaenunvaso.blogspot.com/2007/02/solo-con-invitacin-las-corrientes.html

    Tampoco la he leído 🙁

Los comentarios están cerrados.