Hoy se celebra una efeméride que no debe pasar desapercibida: el Sitio de ciencia-ficción cumple diez años. Un hito memorable por lo que la web supone para la ciencia ficción en nuestro idioma y porque, a diferencia de otros proyectos personales que han ido surgiendo y cayendo por el camino, ha conseguido seguir ahí manteniendo una periodicidad prácticamente ininterrumpida. Se necesita algo más que constancia, ánimo o buenas intenciones para permanecer durante todo este tiempo incólume, resistiendo los embates de los cambios vitales que habrá experimentado su artífice, Francisco José Súñer Iglesias, las discusiones y malos ratos que se colaron entre los buenos momentos, los instantes de desánimo,…
No recuerdo cuándo accedí al Sitio por primera vez. Probablemente fue allá por el año 98, cuando comencé a moverme por internet por algo más que mis estudios. Y no tengo un recuerdo demasiado diferente de lo que hoy podemos ver (con los pequeños lavados de imagen). Si alguien siente curiosidad, puede acudir al Interner Archive para comprobar que no me falla demasiado la memoria. Esto no es ningún tipo de puñalada trapera en plan: pues no le vendría mal un rediseño de arriba a abajo. Como web de contenidos ha buscado la mejor manera de ofrecerlos y llegar al mayor número de internautas posible, independientemente de que sean dueños de un Pentium último modelo enchufado a banda ancha o accedan utilizando un 486 en sus últimos días mediante una RTB de las de «toda» la vida.
La sección que siempre me ha motivado y me ha movido a seguirla cada domingo ha sido la que anida en su portada: firmas. Un vivero de opinión en el que se han tratado todo tipo de asuntos relacionados con la actualidad de la ciencia ficción y su relación con nuestra sociedad, sin rehuir la polémica. Polémica en la que mucho ha tenido que ver la opinión del propio Francisco José Súñer sobre la ciencia ficción, el mundo editorial, los usos y costumbres del mundo aficionado, la crítica,…, un discurso coherente, claro y directo que no siempre comparto pero que tiene unas estimulantes propiedades revulsivas. Aparte, ha sabido contar con un nutrido grupo de colaboradores que le han ayudado a mantener su buque insignia y el resto de la web en funcionamiento, manteniendo el aporte de contenidos (entre los que, discretamente, me cuento)
Donde quizás más choque con él, y supongo que ocurrirá al revés, es en su manera de entender la literatura. Tal y como se puede observar en la sección de opinión, comparto su simpatía por ciertos autores (Lem, Ballard) pero me alejo en múltiples puntos, como su beligerancia con las narraciones escritas con un lenguaje elaborado (anda que no ha dado caña con este tema ni na). Además durante un tiempo dicha sección daba cabida a comentarios de colaboradores excesivamente breves que apenas describían el argumento y liquidaban la valoración con dos frases apenas conectadas. Cosa que en los últimos años ha corregido.
Durante este tiempo, además, ha sabido ir vistiendo la web de recursos, como su imprescindible Glosario, fundamental para desencriptar a los aficionados que hablan de ciencia ficción; sus secciones sobre la novela popular; los seriales;… o la divertida y triunfal tira de La Legión del Espacio, obra de Alfredo Álamo y Fedde, ganadora de los dos últimos Ignotus al mejor cómic y sindicada por más de 150 webs. Un conjunto que si miramos cada parte por separado, salvo las mencionadas Firmas y la Tira, no es lo mejor que podemos encontrar en la red en español pero, globalmente, suma cada parte hasta convertirse en una de las webs de referencia en español.
Iba a escribir que por derecho propio, pero no creo que sea lo más apropiado. Después de diez años sería más conveniente recordar que Francisco José se lo ha currado. Y espero que siga así. Por mucho tiempo.
Evidentemente el Señor no me ha llamado por los caminos del Diseño Gráfico ni el Interiorismo 😉 y lo que más me ha costado ha sido conseguir un aspecto medianamente agradable para el Sitio. Así que de pulañada trapera nada; la verdad verdadera.
En cuanto al tema de entender la literatura… quizá nunca he llegado a explicarme bien. No es que me salgan sarpullidos ante una narración de alto contenido literario (que significa eso es un debate por si mismo) lo que me saca de mis casillas es la narrativa vacía, sin contenido, con argumentos mal elaborados y peor desarrollados pero ¡Ah! exquisitamente redactada. No es la cosa esa del fondo sobre la forma, es reivindicar la vieja tradición de contar historias, una gran historia bien contada es una delicia, una gran historia mal contada es una lástima, y nada bien contado sigue siendo nada, pero bonito.
Claro, qué es contar bien una historia es otro debate interminable, así que mejor que callo ya XD