Sombras de todo tiempo

Sombras de todo tiempoHace un par de meses dediqué una entrada al pésimo año que había sido el 2007 para los relatos, con la suspensión de varias cabeceras fundamentales en los últimos años, el impasse en que habían entrado otras, la falta de relevo, el escaso número de colecciones y antologías que habían aparecido en comparación a años anteriores… Pero, como suele ocurrir cuando se escribe sin la reflexión necesaria, se me olvidaron algunas iniciativas que convendría tener en cuenta. Entre ellas destaca el nacimiento de Mandrágora, una pequeña editorial de lo que se denomina small press.

Como comentó León Arsenal, uno de sus impulsores, en una entrevista en Sedice, Mandragora nació hace aproximadamente un año con la intención de dar cabida a una serie de libros que en las editoriales tradicionales no tienen razón de ser (difícilmente amortizarían tiradas de mil quinientos o dos mil ejemplares), pero que en una empresa de propósitos más modestos (tiradas de unos cuantos cientos de ejemplares) sí. Aunque no se dedica únicamente al género fantástico, hasta el momento éste ha sido el que más atención ha recibido por parte de los editores: han publicado la primera novela de Carlos Suchowolski, Una nueva conciencia, y dos colecciones de relatos centradas en sendos autores fraguados en los fanzines y revistas de la década de los 90: Transformándose de Ramón Muñoz y ésta Sombras de todo tiempo de Armando Boix.

El libro tiene un formato agradable. Es de tamaño similar a la nueva colección de Bibliópolis (Antológica), está encuadernado en rústica, ofrece una maquetación a la que sólo se puede achacar un tamaño de letra un tanto pequeña y tiene un precio bastante ajustado: 16€. Los 14 relatos que contiene vienen precedidos por una breve presentación a cargo de Manuel Díez Román, que peca de un excesivo ardor en sus palabras (como reconoce, es amigo del autor) aunque pone adecuadamente en situación sobre lo que fueron los años 90 para los escritores aficionados al fantástico en España. En lo que sí coincido es en su «añoranza» de Boix, un autor que, después de pasarse a la novela juvenil con cierto éxito (ganó el premio Gran Angular en 1997 con El jardín de los autómatas), lleva sin publicar más de un lustro.

Apenas había leído tres o cuatro relatos suyos, así que lo primero que me ha llamado la atención de Sombras de todo tiempo es la enorme variedad temática de la que hizo gala en su producción. En las tres partes en la que está dividida la colección, Ayer, Hoy y Mañana, se suceden leyendas árabes, aventuras en tierras ignotas, pactos fáusticos, intrigas palaciegas, objetos malditos que arruinan a quienes lo poseen, leyendas que irrumpen en el presente, tratamientos médicos para conseguir la inmortalidad, cyberpunk… Narraciones que se hacen fuertes en el relato de una historia y que, a pesar de un desarrollo convencional, se leen con agrado.

Esta importancia que presta al relato, por contra, ocasiona que los personajes queden difuminados, demasiado al servicio de unos hechos que los gobiernan, hasta el punto de que condicionan no ya su comportamiento sino su propio relieve. No estamos ante relatos de grandes personajes ni, tampoco, ante obras que sobresalgan por su voz o estilo narrativo. Algo que si bien no deteriora el disfrute del conjunto sí que se echa en falta en determinados momentos en los que un poco de garra, un tono más vigoroso o una narración más evocadora hubiesen pulido y realzado el resultado final.

Quizás las mejores piezas o, al menos, las que más me han gustado, son las que tienen un sabor propio y más se aproximan a nuestra realidad, pasada o presente. Entre ellas me gustaría recordar «El círculo roto», una historia de intrigas palaciegas y magia negra enclavada en la Barcelona del siglo XVIII. O «El noveno capítulo», la investigacion en la biblioteca de El Escorial de la ignota vida de un alquimista del renacimiento. Una fábula moderna cuya sorprendente conclusión subraya su exploración de cómo se desarrollan y terminan las obsesiones, atrapado y sin salida. Más allá llega «El ayudante de Piranesi», que se separa del discurso narrativo dominante en la colección para penetrar en un tono más descriptivo a través de las pesadillas que padece un abogado barcelonés causadas por un grabado que le han regalado. Y no conviene olvidar los dos relatos cyberpunks que cierran la colección: «Nada personal», una retorcida historia de perdedores a la mayor gloria de la serie negra, y el angustioso «El sueño de la razón».

Sombras de todo tiempo es una colección bastante regular que bien merece tener en cuenta para descubrir una de las figuras más destacables aparecida en la década de los 90 y que conviene rescatar del olvido en el que parece haber caído.

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5 respuestas a Sombras de todo tiempo

  1. Rudy dijo:

    Hola, Nacho. Sólo una cosilla.

    Cuando dices:

    «Aunque se dedica únicamente al género fantástico, hasta el momento éste ha sido el que más atención ha recibido por parte de los editores»

    Supongo que quieres decir «Aunque NO se dedica únicamente al género fantástico…».

    Por lo demás, gracias por el post. Ando tan despistado que ni me había enterado de la existencia de la editorial y los dos libros que mencionas son bastante apetecibles.

  2. Nacho dijo:

    Gracias por la corrección.

    Y sí, la iniciativa de recuperar relatos de estos autores me parece muy buena. Más en esta abulia en la que hemos entrado en los últimos años en los que apenas vende lo mismo de siempre y las editoriales miran mucho qué y a quiénes publican. A ver si pueden continuar con otras colecciones, ya sea haciendo reediciones o apostando por relatos y/o autores inéditos.

  3. César dijo:

    Siempre he pensado que Armando Boix, aparte de una excelente persona, es uno de los mejores autores de literatura fantástica surgidos en los 90. Su ciencia ficción me gusta menos, pero, con una prosa muy personal y sugerente, borda la fantasía, sobre todo en relatos ambientados en el pasado. En su momento le consideré una de las mayores promesas surgidas del fandom, pero… de repente desapareció. ¿Dónde está ahora Armando? ¿Por qué ha dejado de escribir? Es una pena que talentos como el suyo se esfumen, ¿verdad?

  4. Nacho dijo:

    Absolutamente. Desconozco por qué un día dejó de escribir (o, al menos, de intentar publicar), y en la introducción no se dice nada, pero es una lástima.

    Soñando una quimera, espero que este libro no pase desapercibido (como parece que está ocurriendo) y acerque la figura de Boix a nuevos lectores, como ha hecho conmigo. Pero no son los mejores tiempos para este tipo de iniciativas. Los aficionados hemos caído en un bucle y los relatos son menos apreciados que nunca. Además, en este caso, la editorial que publica no dispone de mecanismos para publicitar el lanzamiento y carece de un «padrino» o «amiguete» que vocee sus virtudes en los foros y blogs de la red.

    El consuelo que queda es que al menos ha visto recogida parte de su obra breve en un volumen y ha tenido una distribución más o menos profesional, algo que otros escritores no han conseguido todavía.

    Mantengo cruzados los dedos porque no caiga en saco roto. A ver si esta vez…

  5. Gandalf dijo:

    Me habéis tocado la fibra sensible, y vuestros comentarios son suficientes para terminar de animarme. Voy a encargarlo.

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