Sirva esta entrada para recordar que el viernes el Aburreovejas cumplió tres años y comenzó, por tanto, su cuarta temporada.
Aparentemente el año que se cerró hace dos días ha sido el menos productivo de su existencia. Yendo a los números: 221 entradas el primero, 146 el segundo y 72 este último. ¿Ha ocurrido como con tantos otros blogs y la «pasión» ha dejado su lugar a la rutina? Supongo que un poco sí. He escrito sobre tantas cosas que, a veces, me pregunto ¿y sobre qué coño puedo hablar ahora que no sea la enésima reseña de un libro, cómic, peli…? Y acto seguido me pongo a ver el siguiente episodio de The Shield, Dexter, Damages, Los Tudor… que produce una satisfacción más inmediata. Sin embargo también la situación laboral y las webs que han surgido por el camino (1, 2, 3) han comido tiempo y energías «creativas» que antes daban un poco de vidilla al Aburreovejas.
Pero si sólo fuese eso mentiría.
Verán, de un tiempo a esta parte me siento un poco «extraño» con esto del género fantástico. Un par de ejemplos. Muchos internautas recomiendan La vieja guardia de John Scalzi como una obra refrescante, buena ciencia ficción bélica, un libro que anima a seguir leyendo ciencia ficción. Me la leo con todas las ganas del mundo y me parece de lo peorcito que he encontrado en mucho tiempo. Gente cuyo gusto tengo en buena estima pierde el culo por la obra de Alastair Reynolds, me pongo con su primera novela, Espacio revelación, y a falta de terminarla (todavía voy por la página 150), pareciéndome mejor que La vieja guardia (no era difícil), le encuentro tantos defectos que el disfrute está lejos de ser el esperado. Algo que también me está pasando con la recién creada Historias asombrosas, una iniativa excelente, necesaria, que en determinados ambientes ha levantado unas expectativas muy elevadas, y que, leída al 50%, me recuerda un poco a lo que me pasó con la Asimov Ciencia Ficción (supongo que expondré aquí mis impresiones para que no sea un lanzar la piedra y esconder la mano). Por contra, obras que considero estimables son recibidas a veces con sonoras pitadas o acaban completamente ignoradas.
No es la discrepancia. A veces coincides, otras no. Es parte de la salsa de la afición: confrontar tus gustos, hacer apología de tus fobias y filias, encontrar un tema que te llama la atención e intentar sacarle un poco de jugo… Sin embargo esto, que hace un tiempo me «animaba», ahora sólo aumenta mi nivel de apatía. Siempre he enfocado el Aburreovejas como una actividad eminentemente positiva y últimamente encuentro con que iría más en el otro sentido de lo que me gustaría. Supongo que, estado laboral a un lado, también influye que no encuentre demasiado estimulante el actual panorama editorial dentro de las colecciones de género (sobre todo el de ciencia ficción que, en el fondo, sigue siendo la niña de mis ojos). En todo caso, el bache pasará.
Así que éste no es el canto del cisne del blog. Seguirá bastante tiempo, a su ritmo. Cuando haya tiempo (y ganas, como este verano) bastantes entradas. Cuando no, menos. Mientras haya ovejas que aburrir y material para adormecerlas, ahí estaré.
Permanezcan en sintonía.
Nota: La foto lleva por título “Grazing” y es de Roshnii. Vía flickrCC.
Nota 2: No me resisto a poner un vídeo del carnaval de Santander. Desde la Asociación que fundamos para defender el colegio (La Enseñanza Siglo XXI), decidimos participar y con bastante éxito. Cerca de 150 personas disfrazadas, el viernes quedamos terceros en el concurso de murgas y ayer desfilamos por toda la ciudad con mucha energía. Confieso que nunca me había disfrazado y ahí estuve, en plan obrero destructor de colegios y levantador de viviendas de lujo. Fue emocionante.
Cierto: la ciencia ficción parece que ha perdido fuelle. Quizá sea, como comentábamos en otro lugar, que la sociedad ha cambiado tanto que la CF no encuentra su sitio.
O quizá faltan autores que la encaren con energía y talento. Y con amplitud de miras. O sea… desde fuera del género.
Si un pero se le puede poner a Espacio Revelación -aparte de que es una space opera con todo lo bueno y también lo malo- es que comienza muy lento, en el «tiempo-Reynolds» 150 páginas son como 50 páginas para un escritor normal. Pero cuando se pone bien, se pone muy, muy, muy bien. Quizá sea un truco de Reynolds, hacer que el último tercio sea tan absorbente que se te olvide todo lo que te has aburrido antes. Aunque en general yo tengo bastante buen recuerdo de la novela en general, ¿por qué no te está gustando?.
Por otro lado no eres el primero al que le leo que la cf está en un momento particularmente bajo. Sin negar este extremo -que desconozco, porque casi no compro novedades por pereza y no tengo ya ni idea de como anda el panorama-, creo que pudiera ser que estuvieses «quemado» de leer género. A mí me ha pasado algo parecido con los tebeos, e incluso con la lectura en general, me aburría (casi) todo lo que caía en mis manos. Así que dejé de leer unos meses y dediqué mi ocio a otras cosas. Sólo he vuelto a retomar la afición a la lectura cuando me ha apetecido, sin sentimiento de culpa por no leer, con más tranquilidad y tomándomela menos en serio -ya no me obligo a acabarme un libro sí o sí, en cuanto me aburro lo dejo-. Y, sobre todo, reduciendo el consumismo cultural -compro libros cuando me acabo los que tengo pendientes, totalmente prohibido tener una pila de más de tres ejemplares-, que solamente satura y cansa a partes iguales.
Bienvenido al club. Yo tengo bastante claro que el género no ha cambiado, que he sido yo el que lo ha hecho. Releo antiguos libros de cf a los que tenía en un altar y me resultan obvias sus carencias (acabo de releer el final de Polvo de estrellas, olvidada por mí del todo, y aún no me lo creo). Puedo decir con orgullo, y ciscándome en la modestia, que he crecido mucho como lector. Leo bastante más de fuera que de dentro, y cuando comparo, el resultado me da ganas de incrementar esa tendencia. Por eso discrepo de la opinión generalizada de que el género está pasando un mal momento. Por un lado, ahora veo con claridad que la Ley de Sturgeon siempre (hasta en las mejores épocas) se ha dado en la cf con generosidad; por cada obra buena hay 9 malas. Por otro, a mí me parece uno de los mejores momentos de la historia del género, pero claro, es que yo considero Nunca me abandones, La carretera, La conjura contra América, Bajo la piel, Cazadores de sueños, La piel fría y demás, gran ciencia ficción.
En el otro extremo, creo que dentro de las colecciones de cf se da el (des)equilibrio de siempre. Lo que ha cambiado es mi escala de valores literarios. Ahora me importa mucho más que antes el cómo me lo cuentan, y en cuanto al qué, diría que a estas alturas es difícil (aunque no imposible) que algo proveniente de la cf me sorprenda. Prefiero leer sobre problemas humanos que sobre naves espaciales.
Si quieres algo menos material, más personal, te diré que hace años que ya no miro al cielo por las noches.
No os rindáis. Hay cosas alucinantes por ahí fuera, es cuestión de pasar géneros y trascender tópicos. Hay gente genial. Ratifico al maestro aburreovejas. La Vieja Guardia me pareció muy, pero que muy flojo, pero todo el mundo lo pintaba como la gran cosa. Lo del espacio revelación, ni idea. Lo de Historias Asombrosas es distinto, porque para cuatro valientes que se lían la manta a la cabeza, pues tampoco vas a ir en plan cabrón, pero sí, algo decepcionante el nivel.
fonz -> Lo de «Espacio revelación» es fácil de entender. En parte es lo que comentas: llevo 150 páginas de una letra apretada apretada y, como presentación, apenas presenta nada. Personajes relativamente (por no decir totalmente) indefinidos, escenarios relativamente indefinidos… La única función que plantea son varios enigmas y una intriga que se podría haber propuesto de otra manera ahorrando páginas y páginas que no aportan nada.
Pero lo peor es que la estructura EMHO es pésima. En un mismo capítulo, con la simple separación de un salto de línea, tenemos saltos hacia adelante y hacia atrás en el tiempo que se podrían (y deberían) habes estructurado de otra forma. La narración tiene un ritmo más elevado que si los marcos temporales se hubiese agrupado de una manera más «conservadora», pero así se pierde cualquier secuencia lógica y la mayor parte del sentido de la narración. Que se entiende bien, pero… Sé que está mal señalar, pero Harrison en «Luz» resolvió una situación similar de una manera más convencional pero, también, elegante. Sin sacrificar su agudeza, frescura… Pero claro, Harrison es Harrison y Reynolds…
Y sí, es posible que esté quemado de leer género. Por eso llevo unos meses en los que me he centrado sobre todo en el ensayo y la novela histórica. Y, cambiando de tercio, me he dado cuenta de una cosa. Nos quejamos constantemente de la calidad de la edición de las editoriales de dentro, y la de muchas editoriales de fuera, con libros en tapa dura de 25 o 27 euros, no es mucho mejor. En Edhasa he encontrado cada burrada que si la hubiese hecho La Factoría habría salido con el cuchillo entre los dientes. Si es que ya digo yo que estoy apático 😉 A ver si tengo tiempo un mes de estos y comento las que he encontrado en alguno, que es de nota.
Exacto Miyazaki, no se puede ir en plan cabrón. Pero hay cosas que no se han medido correctamente en un primer número, empezando por la introducción y siguiendo, EMHO, con la selección de los relatos. Aunque aquí ya juega mi gusto personal que, está claro, no tiene que ser el del seleccionador ni del público en general. Parece que este primer número está teniendo un buen recibimiento, cosa que me alegra. Veremos qué tal los siguientes.
Lo que comentas, y desarrolla Kaplan, se está haciendo buena ciencia ficción desde fuera de las colecciones de género (aunque hay gente que duda que se pueda etiquetar como ciencia ficción; pero ése es otro asunto). Estoy disfrutando una barbaridad con ella como en su tiempo lo hice con otras obras de dentro con las que ahora seguro no lo haría en la misma medida. Pero creo que en varios años, como el periodo al que suelo acudir siempre (finales de los 60 y parte de los 70), cada año aparecían de dentro de la ciencia ficción escrita en EE.UU. una serie de obras con un nivel de calidad que ahora mismo no se está produciendo.
Con todas las reservas que da saber que nos falta la distancia necesaria para valorarlo, ¿qué libro de ciencia ficción estadounidense surgido de un autor de género se ha publicado el año pasado (o el anterior, o el anterior, o…) que pueda soportar una comparación con estos libros del año 74 (por coger el que nací): «Los desposeídos», «La guerra interminable» o (por detrás) «Fluyan mis lágrimas, dijo el policía».
Por cierto, Kaplan. Una gran frase de Ballard
Creo que ambas facetas son conciliables y hay autores que lo han conseguido. Pero si tengo que priorizar entre ambas, también me quedo con el mundo interior. Aunque si tiene sabor fantástico, mejor.
Me vais a deprimir, entre esta entrada y esta otra:
http://yarhel.blogspot.com/2008/01/parn.html
Creo que voy a escribir novelas juveniles, o volveré a estudiar la Reconquista a ver si se me ocurre algo, o iré al parque con una grabadora y le preguntaré a todos los abuelillos que encuentre por la Guerra Civil, o le mandaré un SOS a Vidal y otro a Bucay, qué sé yo, cualquier cosa.
Je, no deberías hacer demasiado caso a lo que los aficionados escribimos en los blogs. Más cuando en España hay escritores que consiguen que las grandes editoriales les publiquen ciencia ficción. Tengo medioempezada la última de Somoza y, de nuevo, escribe algo que podríamos etiquetar como tal. Disfrazado de thriler y de todo lo que queramos, pero…
Así que no hace falta que escribas algo sobre la Guerra Civil o acudas a los «negros» de Vidal. Aunque bien mirado, hay algunas historias de nuestra edad media que, bajo un prisma de fantasía, darían mucho juego. Si Martin deformó libremente la guerra de las dos rosas para engendrar Canción de Hielo y Fuego, en la guerra civil entre Pedro I y Enrique de Trastámara hay material de sobra para hacer algo por el estilo.
Era broma. Por ahora no me cortaré las venas ni remaré como negro en el buque de guerra «Vidal». Si todo sale bien, aunque no apareceré hasta en la sopa, sí me veréis por ahí, con entremeses y un primer plato.
Aunque habrá que meditar esa tercera vía, con un Franco galáctico depositario de la verdadera fe católica del Universo, que enfrenta su BIP (Batallón Imperial de Picoletos) contra las hordas rebeldes de las Naves Gualdas, a la vez que construye un mausoleo para los caídos en la Guerra por la Paz Láctea en un planeta desértico llamado Valledevenus. Será por posibilidades.
Alguien dijo que la cf es un género para adolescentes, puede que, simplemente, nos hemos hecho mayores.
En cualquier caso Nacho, tu persevera que no me imagino internet sin una de tus páginas. Y que razón tienes sobre las ediciones «de fuera», yo leo bastante historia militar y si vierais las cosas que hace una editorial con tan buena nombre y fama como Crítica…
Enhorabuena Nacho por tus 3 añitos de blog!!!!!
Un saludin d´Asturies!!!
XD