¡Traduttore, Traditore!: El fin de la Eternidad

Hace aproximadamente año y medio comencé a colaborar con la revista Gigamesh, participando en la confección del hit parade (bendigo la fortuna que tengo de poder figurar en igualdad de condiciones con los dos divulgadores que tengo inmediatamente a mi izquierda, Alberto Cairo y Julián Díez, u otros grandes nombres de la crítica de género como Juan Carlos Planells o Albert Solé) y escribiendo algunas críticas (aunque prefiero calificar lo que redacto como reseñas). Mi primera colaboración fue un comentario sobre la reedición por parte de Bibliópolis del clásico de los años 50 Marcianos Go Home!, y entre las pautas seguidas para escribirla introduje una recomendación de Juanma Santiago, el dire, a raiz de un comentario de Acerco Gorrión en su columna del número 34.

Se están haciendo reediciones de títulos clave largo tiempo agotados y, lo que es mejor (según se mire; mirad si no lo ocurrido con Incordie a Jack Barron), en la mayoría de ocasiones se está traduciendo de nuevo. Algo necesario cuando las ediciones previas corresponden a tiempos muy pretéritos en los que la traducción de los libros de género era precaria y estaba muchas veces en manos de aficionados sin la formación necesaria, con más ganas que recursos. De ahí que sea interesante establecer una comparación entre la edición actual y la antigua para comprobar si esta mejora es una realidad o, en su defecto, si es preferible rebuscar en las librerías de viejo y no tragarse un truñete que se vende como lo que no es.

Centrándome en el ejemplo citado, el trabajo de Luis G. Prado sobre el libro de Brown fue notable, logrando una edición que se podría tildar como «definitiva». De hecho, por lo que pude comprobar con la traducción previa de Martínez Roca, era mucho más acorde con el original; se respetaba casi al pie de la letra la prosa de Brown y el espíritu irreverente y burlesco de los marcianos era calcado. Aunque tampoco se puede decir que el libro que hemos leído los más talluditos sea una afrenta, y depara una versión aceptable, acorde con el estándar de la época (finales de los 70, comienzos de los 80).

En el último número aparecido hasta el momento de la revista, el 41, aparece otra reseña de un servidor en la que he tenido que realizar el mismo ejercicio. Esta vez sobre El fin de la eternidad, la obra maestra de Asimov (a falta de leer Los propios dioses; lo tengo por aquí pero me da pereza. Me pilla muy mayor), recién reeditada por La Fatoría de Ideas y P&J. Y como quería seguir el mismo modus operandi, cogí mi edición de Círculo del año 77, la que hemos leído todos, la nueva de La Factoría y el original en inglés. En la reseña escribí lo siguiente:

Las ediciones de La Factoría y P&J parten de puntos diferentes. La primera ha optado por una nueva traducción, realizada por Miguel López Genicio, mientras que la segunda se ha decantado por reimprimir la traducción de toda la vida de Fritz Sengespeck. Y, sin hacer una comparación exhaustiva con el original, tengo la impresión que es la versión más moderna la que guarda una mayor fidelidad con el original. Algo visible, por ejemplo, en la elección de los nombres de la jerarquía de la Eternidad. Andrew Harlan es un Técnico, fiel reproducción del Technician de Asimov, y no un Ejecutor, tal y como asumen todos los que conocen la versión “clásica”. Estas variaciones observables en la edición de P&J no se circunscriben únicamente al terreno de la nomenclatura sino que abarcan otros cuestionables como la reformulación en determinados momentos de la prosa Asimoviana, mutando su estilo significativamente, o, incluso, la reinterpretación de ciertas acciones

No pude establecer ningún caso claro porque no había extensión para ello (siempre me ciño a lo que me marcan), pero como tengo el blog no quería dejar pasar la oportunidad para reafirmarme exponiendo un ejemplo. Comienzo poniendo un párrafo del original. Capítulo 5:

Late at night Harlan added his notes to the conversations he had gathered, while it was all fresh in his mind

Vamos a la traducción que presenta La Factoría. Página 84.

Por la noche Harlan añadió sus notas a las conversaciones que había reunido, aprovechando que todavía las tenía recientes

Hay alguna cosilla de la que se podría hablar, como el late at night, que no es únicamente por la noche. Pero tanto lo que escribe Asimov como su forma de escribirlo están aceptablemente retratados. Pero vamos a la traducción de Sengespeck. Página 64.

A última hora de la noche, después de la fiesta, Harlan empezó a preparar sus notas sobre las conversaciones que había oído, mientras todo ello aún estaba fresco en su mente.

Se pueden comprobar que a parte de alterar del todo la forma de escribir de Asimov, clara, sencilla, sin circunloquios intrascendentes, se introduce una mención a una fiesta que no figura en el original. Y no es un hecho puntual sino que se pueden encontrar más perlas similares, escondidas, silenciosas. Inocuas en comparación con la traducción de Technician como Ejecutor, pero tan traidoras como la reformulación del estilo Asimoviano.

Esto me lleva a preguntarme hasta qué punto en las ediciones de autores clásicos como éste y que todos tenemos en mente se pueden encontrar trasgresiones tan intolerables como la que describo, que van más allá de la incompetencia del traductor y que llevan la «creatividad» con que deben abordarse ciertas traducciones hasta límites insospechados. Incluyendo la eliminación de párrafos enteros para hacer que el libro encajase en las extensiones habituales de determinadas colecciones. Como en cualquier otro ámbito de nuestra vida, no queda más remedio que asumir nuestra condición y confiar. Somos lectores de traducciones y tenemos que convencernos que, cuando estamos ante colecciones de los años 70 en adelante, esto son excepciones que se produjeron en contadísimos casos y ahora mismo ya no se perpetran. Porque si no disfrutar de la lectura sería un imposible.

Aunque me parece inquietante que el gambazo de Ejecutor resulte mucho más adecuado para calificar el trabajo que realizan los Técnicos en La Eternidad (eliminar líneas temporales enteritas) que el término original de Asimov, más aséptico, sencillo, sin dobles intenciones,… ¿Hay que quemar al traductor en una pira o ponerle una medalla?

En todo caso, si realmente se quiere leer esta obra más próxima a como la escribió Asimov, coja la edición de La Factoría o haga que se la regalen. Saldrá ganando.

Esta entrada ha sido publicada en Editoriales y ediciones y etiquetada como , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

8 respuestas a ¡Traduttore, Traditore!: El fin de la Eternidad

  1. Xoota dijo:

    No sé cómo pagará la factoría a los traductores, pero es un factor a tener en cuenta también: los traductores literarios cobran bastante menos que una traducción de un texto «normal» (menos de la mitad, y probablemente la proporción sea de dos tercios menos; aunque no lo sé seguro), y el trabajo es bastante mayor. Quizá no venga mal del todo, porque eso en cierta manera consigue que sean los traductores que lo hacen por «amor al arte» los que estén trabajando, mal que mal. Y buenas traducciones estamos teniendo, creo yo.

    Pero vamos… No sólo la figura del traductor es la que tiene que mejorar en el panorama de las ediciones en España. Normalmente no leo traducciones y muchas de las veces he de decir que no hago esa práctica no por culpa de lo manta que sea el traductor, sino por cosas subsanables contratando un corrector. El autor original dispone de correctores, y el traductor debería disponer siempre de ellos, de otra visión ajena al texto. Simplemente para cazar fallos gramaticales, de concordancia de números… Me fastidia mucho encontrarme en la 5ª edición de un libro con errores de este tipo.
    Lo que también hace que me venga a la idea el hecho de por qué un traductor no corrige sus propios errores de traducción… Sería lo ideal, puesto que no hay traducción definitiva… Aunque también una locura, claro.

  2. Álex Vidal dijo:

    Cuatro ojos ven mejor que dos, y doce, mucho más, aunque tal número puede acabar desmembrando cualquier criterio que el traductor haya establecido. Pero qué duda cabe que un corrector siempre acabará mejorando el trabajo de un traductor. Porque, por muy bueno que éste sea, siempre tendrá vicios que, en una novela, pueden saltar a la vista. Cometerá errores gramaticales (y, si tiene el corrector de Word en modo automático, caerán muchos más. ¡El daño que esta «utilidad» está haciendo…!). Y no hay que olvidar que un buen traductor no tan sólo sabe del idioma de origen, sino que ha de dominar a la perfección el idioma de destino; y, aun así, el idioma de origen se filtra y contamina el texto final (en estructuras gramaticales, en falsos amigos, en donde menos te lo esperas).

    Un buen corrector es un elemento *indispensable*. Si te lo ahorras, bien, después lo puedes lamentar, como queda patente en cosas como el divertido juego de intentar adivinar dónde acaba el diálogo y dónde empieza el inciso en Puerta al verano de Robert Heinlein, en su edición (segunda, al menos) en bolsillo en La Factoría/Puzzle. Y éstos son de los fallos que te cazan en una galerada. Si se hiciese una corrección de estilo… 🙂

  3. Jean Mallart dijo:

    Buenooo, Nacho, eso pasa en muchas traducciones. Y muchas veces se trata de «traditori» que, pensamos inocentemente, son buenos traductores. Pero cuando cotejas sus chapucillas con el texto original… Uuuyyy.

    Ya sabes lo mío con «Consider Phlebas». Muchas veces me han dicho que no, que la traducción de Albert Solé es buena. Pues lo siento, respeto a Solé, pero no. Es legible, literariamente no desmerece demasiado, pero…

    Os rescato un par de ejemplos:

    Banks: «Get as far away as possible. The fleet will be here in about nine standard hours. You shouldn’t have to do anything; the suit will summon help on a coded IFF response.»

    Como Albert Solé no sabía lo que es una «IFF response», simplemente lo omitió.

    Solé: «Aléjate todo lo que puedas. La flota estará aquí dentro de nueve horas estándar. No deberías tener que hacer nada: el traje pedirá ayuda emitiendo una señal codificada.»

    «Estas putas siglas raras qué querrán decir», debió de pensar. «Bah, ¡a tomar por culo!, no lo pongo y se acabó; total, nadie se va a dar cuenta…» X-DD

    IFF son las siglas de «Identification: Friend or Foe» (Identificación: Amigo o Enemigo), un sistema de identificación basado en preguntas y respuestas. Ejemplo: un caza-bombardero se aproxima a un portaaviones; éste tiene un dispositivo que envía una «pregunta IAE», una «IFF question» al avión; si el caza no da una respuesta adecuada, la correspondiente «IFF response», es
    considerado un enemigo. Este sistema tiene su origen en la II Guerra Mundial.

    ¿Creéis que yo sabía eso antes de toparme con las dichosas siglas? Pues no. Me documenté.

    Y en el mismo párrafo, poco después de lo anterior:

    Banks: «The cruiser lurched again as other alarms started.»
    Mallart: «El crucero dio otro bandazo; nuevas alarmas se activaron.»

    Albert Solé: «El crucero volvió a oscilar y las alarmas hicieron vibrar la atmósfera.»

    «¡Hicieron vibrar la atmósfera!» Vamos a ver, yo cambié algunas cosillas («nuevas alarmas» en vez de «otras alarmas» y cosillas así), pensando que el texto castellano lo exigía. Ello altera en cierto modo lo que escribió Banks, claro, pero resulta que lo que Banks escribió está en inglés y se trata de verterlo a otro idioma, cosa que no resulta tan fácil como parece, si se pretende que el resultado sea comprensible y digno de ser leído.

    ¡Pero a mí nunca se me ocurriría traducir «the alarms started» como «las alarmas hicieron vibrar la atmósfera»! Una alarma suena, empieza a sonar, o siendo más estrictos, se activa o se pone en funcionamiento, etc. ¡Pero hacer vibrar la atmósfera! Hombre, sí, queda muy «literario», ¡pero oiga, que Iain Banks no ha escrito eso! :-)))

    Y estos dos ejemplos están sacados de un solo párrafo al principio de la novela. ¡Imaginaos!

  4. Jean Mallart dijo:

    Otro ejemplo del mismo libro:

    Banks: «They had their communist Utopia.»

    Mallart: «Tenían su Utopía comunista.»

    Solé: «Después de todo, ya gozaban de su Utopía comunista, ¿no?»

    Verídico. :-))))

  5. manuel dijo:

    Xoota–> «»Lo que también hace que me venga a la idea el hecho de por qué un traductor no corrige sus propios errores de traducción… Sería lo ideal, puesto que no hay traducción definitiva… Aunque también una locura, claro»».

    Bueno, en mi caso sé por qué es: Porque nadie me lo pide. Anda calentita una «nueva» edición de Nazareth Hill, esta vez de la mano de Puzzle, y yo hubiera aprovechado encantado la oportunidad para reparar el peor trabajo de mi carrera, un encargo puramente alimenticio que me pesará eternamente haber realizado. ¿Cuándo me enteré de que iba a salir esta «nueva» edición? Cuando ya estaba en las tiendas, claro.

    Álex–> «»Si te lo ahorras, bien, después lo puedes lamentar, como queda patente en cosas como el divertido juego de intentar adivinar dónde acaba el diálogo y dónde empieza el inciso en Puerta al verano de Robert Heinlein, en su edición (segunda, al menos) en bolsillo en La Factoría/Puzzle»».

    Quizá Nacho quiera hacer otra comparación de ediciones, esta vez entre la Puerta al verano editada por Martínez Roca en 1986, la de Edisan del 87, la de LF del 2002, la de Círculo de Lectores de 2004 y esta última de Puzzle, de este mismo año. Creo que iba a tener menos trabajo que con El fin de la eternidad, habida cuenta de que todas las traducciones están firmadas por la misma persona, Félix Hernández Pérez, quien según el buscador de la base de datos del ISBN sólo ha traducido ese libro en toda su vida.
    Ahora bien, supongo que el amigo Félix también tendría mucho (y poco bueno) que decir sobre derechos de autor, royalties…

    JM–> «»Estas putas siglas raras qué querrán decir», debió de pensar. «Bah, ¡a tomar por culo!, no lo pongo y se acabó; total, nadie se va a dar cuenta…»»

    Hombre, Juan, que Albert tradujo Pensad en Flebas en los albores de la década de los noventa. Antes de que se generalizara el uso de Internet como herramienta para el traductor, «cositas» de éstas tenía que haberlas a patadas. Hoy basta con ir a Acronymfinder, que te arroja «Identification, Friend or Foe» como primer posible significado (entre quince) de IFF.
    Claro que tampoco es por restarte méritos, que no sé cuándo afrontaste tú tu traducción particular.
    Por otra parte, el resto de ejemplos que mencionas ya no los defiendo ni yo 😉

  6. Nacho dijo:

    Juan, tienes que tener en cuenta (y no me molesta reconocerlo) que vivo en el país de Oz y no tengo por costumbre indagar qué hay detrás del telón. De ahí la forma de enfocar el tema, cuando ya sabía que era así por charlas que he tenido con varios de vosotros (que no se diga que la TerSa no sirve de nada) o, mismamente, con Iván Fernández. Lo grave es que servidor se lo hacía a libros de hace mínimo 25 años, no a novelas tan recientes como la que comentas.

    Xoota y Álex han puesto el dedo en la llaga. Hay que pagar a correctores profesionales que, con tiempo (no en tres noches, después de terminar sus trabajos cotidianos) y el original en su poder, puedan desbrozar el texto y dejarlo libre de taras. Pero también hay que facilitar que los traductores puedan desempeñar su misión con tiempo y profesionalmente. Si se les obliga a traducir un libro de 400 páginas al mes para poder salir adelante, por muy buenos que sean, van a tener que meter la leche de horas y se les van a pasar más cosas que si tuviesen tiempo y se les pagase como merecen. ¿Encarecería esto el precio de los libros? Si es en un euro por volumen, que ya me parece mucho para una tirada de 3000 ejemplares, personalmente estaría dispuesto a pagarlo. Y muchos otros supongo que también.

    Lo de las sucesivas reediciones es de cajón. Pero no vamos a darle sólo a La Factoría, porque ocurre lo mismo con cualquier libro de Minotauro o Ediciones B que pasa a bolsillo. Ahí tenemos uno de los superventas de los últimos años, con muchos miles de libros vendidos: «Hyperion». El otro día me puse a revisarlo con detenimiento y es vergonzoso. O también podemos coger los libros traducidos por Pedro Jorge Romero, que piden a gritos que alguien los revise y no que se reediten (los de Neal Stephenson) sin pulirlos. No se le está haciendo ningún favor ni a la obra ni a los lectores, pero tampoco al propio traductor. Que, además, por mucho inglés que sepa, no es un profesional. Y al igual que no se deja a un zapatero ponerse a conducir un camión de mercancías peligrosas, no se debería tolerar el intrusismo en este mundo ahora que hay una carrera sobre el tema. Vamos, creo yo.

  7. Fran Ontanaya dijo:

    Por aquí presente un ex-corrector de La Factoría 🙂

    Del trabajo de los correctores, sólo os diré una cosa: si viérais todo lo que me llegaba de manos de los traductores se os pondrían los pelos de punta. Muchas veces no era un problema de traducción, per se, sino un despiste de interpretación o de cultura general (como afirmar que la mente humana cabe en 18 bytes).

    Otras veces sí que se veían verdaderos horrores. Yo tampoco quiero meterme con Solé, pero si comparáis la edición de Martinez Roca de «La música de los vampiros» con la de La Factoría os llevaríais una sorpresa. Y es que Solé se inventaba frases enteras y las puntuaba como le parecía bien. Me diréis cómo, si no, se puede traducir «anuncio luminoso» por «vendedores de zumbadores mentales» (sic).

  8. Black Arrow dijo:

    Si vierán lo que otros traductores hacen con los clásicos leáse Shakespeare u otros.

    El amigo Fritz S. y… su «fiesta»-¿de dónde la sacó si el libro El Fin de la Eternidad de Asimov no habla de ninguna?

    El señor Valverde hace lo que le da la gana con Shakespare o T.S.Eliot

    Otro «tradujó» un libro de relatos de Poe y pone una nota a pie diciendo que cambió el texto porque le pareció bonito hacerlo

    Su colega hizo una paráfrasis un poema en El Talismán de Walter Scott
    Alguien más no tradujó una parte del Capitán de 15 años de Verne,en donde el autor hablaba de los efectos del alcohol
    En sí varios traductores demuestran una ignorancia supina o les importa un comino la forma en que traducen un texto

    Saludos
    —->
    Black Arrow

Los comentarios están cerrados.