Hace un par de meses me llegó un correo de Sergio Gaut vel Hartman invitándome a participar en una curiosa experiencia compartida del portal Axxón, una de las publicaciones de ciencia ficción en castellano más importantes en la red. La idea era coger cinco libros de género que nos hubiesen causado una honda impresión y recomendarlas con un estilo muy sencillo, escueto y directo, de forma que cada día se pudiese subir un listado diferente. Mi respuesta se demoró bastante, y no sé si ha salido ya; entre mis diez días fuera de la red y que no hay un historial al que acudir para leer las participaciones anteriores… Así que recupero mi selección en honor de mis ovejas, a las que no pillará de improviso ninguno de los títulos (uno tiene sus vicios y además es bastante recursivo con ellos)
Me hubiese gustado meter alguna novela de Silverberg, Hyperion, de Dan Simmons, El círculo Jericó de César Mallorquí o un par de obras muy recientes que en el último año me han causado una gratísima impresión (Los tejedores de cabellos, de Andreas Eschbach, o La historia de tu vida, de Ted Chiang). Pero sólo eran cinco y la selección quedó como sigue:
El Prestigio, de Christopher Priest. O cómo con la mejor técnica literaria actual se puede construir una novela que nos retrotrae a los mejores romances científicos. Pura magia narrativa en acción.
Muerte de la luz, de George R. R. Martin. Si hay dos ideas que resumen esta obra maestra de la ciencia ficción aventurera son sentido de la maravilla y sentimiento de pérdida. Hermosa, romántica, intensa, triste, …
Los desposeídos, de Ursula K. Le Guin. Detrás de esta utopía ambigua se esconde uno de los mejores retratos posibles sobre la naturaleza humana y sus contradicciones inherentes. Una demostración de que para conseguir una sociedad mejor no hay que detenerse nunca…
La guerra interminable, de Joe Haldeman. A parte de ser un prodigio de puro pulso narrativo, ninguna historia de ciencia ficción ha reflejado como lo hace ésta todo lo que atraviesan los combatientes cuando están luchando o el shock que se sufre cuando se retorna al hogar.
La guerra de los mundos, de H. G. Wells. La novela que seguramente marcó mi relación con la ciencia ficción. Un clásico que, junto a las otras grandes novelas de Wells de finales del XIX, merece ser recuperado por las nuevas generaciones.
Pues tu lista me parece muy acertada. Todos ellos están también entre mis libros preferidos, excepto el de Le Guin, que, no me preguntes por qué, es una autora a la que nunca he acabado de encontrarle interés.
Y, si me permites que me suba al carro y ocupe tu espacio virtual, ahí va mi lista:
“Hyperion”, de Dan Simmons. No sólo por ser una obra redonda, sino también -y sobre todo-, por el revulsivo que supuso para un género en sus horas más bajas. La sombra de Hyperion es alargada y sus influencias pueden rastrearse en casi toda la space opera que se ha producido desde entonces.
“Las estrellas mi destino”, de Alfred Bester. La pura esencia de la ciencia ficción. La más aquilatada mezcla de todo aquello por lo que el género nos atrajo y nos sedujo para siempre.
“Solaris”, de Stanislaw Lem. Su novela más compleja. Capa tras capa de significado que nos acerca a una demoledora y desesperanzada conclusión. Todo aficionado a la ciencia ficción debería dedicar unos minutos al día a agradecer que semejante genio se haya dedicado al género.
“Soy leyenda”, de Richard Matheson. Cómo esconder la más profunda y desasosegante reflexión sobre la naturaleza del monstruo tras una fachada de terror y aventura.
“Ubik”, de Philip K. Dick. Porque o meto un Dick en esta lista o reviento 🙂
¡Yo también juego!.
«Crónicas marcianas» de Bradbury porque de chaval me enseñó lo que era el sentido de la maravilla. Un libro hermosísimo de cuya lectura no me recuperaré jamás. Y bien feliz que me ha hecho.
«Neuromante» de Gibson porque me descubrió un nuevo y hermoso lenguaje para la cf. El estilo de Gibson es puro sentido de la maravilla, incluso a pesar de la famosa traducción.
«La sombra del torturador» (y toda la saga incluída) de Gene Wolfe. La magia hecha literatura, Wolfe se propone construir un mundo cerrado, complejísimo, fascinante, apasionante y autosuficiente y lo consigue. Y cómo escribe este maestro…
«Pórtico» de Pohl. Este es uno de los libros más divertidos y punks que he leído, el protagonista más patético, el final más malalechista y una intriga absorbente y fascinante. Que ves que se va acabando y tú, pobre lector, suplicas mentalmente: «Por favor, Pohl, sólo un viaje más…»
«Mitos del futuro próximo» de Ballard. Ésta es fácil: «Unidad de cuidados intensivos», ´nuff said.
Uisss, no me ha cabido «Pensad en Flebas» de Banks…
Hola, soy cloudXXI.
Coincido con La guerra interminable (y más después de haber tenido el placer de conocer a Haldeman, con Priest (aunque entre El prestigio y El mundo invertido es difícil elegir) y con Le Guin, aunque considero más redonda La mano izquierda de la oscuridad y más emblemática la saga de Terramar.
No he leído el de Wells y respecto a La muerte de la luz…bueno, es más bien una debilidad tuya. Malo no es (ni mucho menos), pero tampoco lo elevaría a los altares.
Mi lista sería:
Hyperion
La mano izquierda de la oscuridad
El mundo invertido
La guerra interminable
Crónicas marcianas
Dejamos fuera por poco: El señor de la luz, Soy leyenda y Campo de concentración. No pongo Matadero 5 porque no lo considero ci-fi, ni ESDLA por obvio.
Hola, Nacho. Hola amigos de Nacho. Ante todo: tu lista salió, no me preguntes cuando. Pero te invito a hacer una segunda lista y a los amigos que participaron espontáneamente, si lo desean, que también participen. Aunque ya hice una evaluación de lo actuado seguiremos con las listas mientras el cuerpo aguante.
Gracias por el interés. Los saludo.