27 de Julio de 2012. Aterrizas en McAllen, Texas, sobre las 23:00 hora local después de un viaje de más de 20 horas con escalas en Nueva York y Dallas. Lo primero que notas es una bofetada de aire caliente mezclado con humedad con el que te das de bruces con tu nueva realidad: un clima pseudotropical donde por el día se alcanzan fácilmente los 38 o 39 ºC, mientras que por la noche apenas se baja de los 30.
Sales al exterior y descubres que el aeropuerto es más pequeño que los que has pisado durante el día más largo de tu vida; la zona de recogida de equipajes es a la antigua, fuera de la zona segura, y las maletas tardan en aparecer un rato. Te metes en un taxi que te lleva al hotel y ves calles amplias, rectas, edificios de una altura muy separados entre sí, palmeras por todos lados… y muchos letreros que te empiezan a sonar: Whataburger, Jack in the box, Budget, Chase, Wendys…