Antes de las jirafas, de Matías Candeira

Antes de las jirafas

Antes de las jirafas

Entre los relatos seleccionados por Antonio Rómar y Pablo Mazo para la antología Aquelarre, llamaba la atención el último de ellos: «Exploradores». Una historia asfixiante en la que un padre y su hijo protegían un manzano de los conductores que paraban junto a su granja. Un relato sostenido alrededor de un tremendo rito de paso que subvierte las expectativas del lector con un rumbo ligado a cómo nos comportamos los hijos con nuestros padres. Aparte de por su atmósfera y la peculiar visión del mundo transmitida por su protagonista, «Exploradores» destacaba por ser el único seleccionado de un autor nacido después de la década de los 70: Matías Candeira (1984). Lo que marca un poco el potencial de este autor. Ganador de numerosos certámenes de literatura breve, Páginas de espuma ha publicado en Enero de este año Antes de las jirafas, su segunda colección de cuentos. Un libro que me ha dejado un regusto un tanto agrio; apenas un puñado de la quincena de relatos que se encuentran en su interior están a la altura de «Exploradores».

Un nuevo caso de (sobre)expectativas no (del todo) consumadas.

Desde el primer relato se vislumbra, más o menos, el tema alrededor del cual se unen los mejores cuentos de Antes de las jirafas: la otredad. Ya sea tu pareja, tu hijo, tu padre, tu némesis… o, por qué no, la parte más oculta de ti mismo. Así, «El extraño» relata la monótona vida de un padre de familia mordido por un gusano y transformado en una especie de superhéroe mutante. Poco a poco, una vez recupera la confianza de su familia, su vida cambia por completo: su hija se duerme todas las noches en sus brazos, su mujer recupera la atracción que tenía por él, siente que vuelve a ser útil para la sociedad… Una historia de triunfo sobre la alienación mediante la sublimación de lo extraño, de recuperación de la pasión gracias a lo grotesco, de búsqueda de la chispa de la vida a través de lo nuevo.

Además, «El extraño» muestra otro rasgo compartido por una mayoría de cuentos: la absoluta ausencia de prejuicios a la hora de trazar sus coordenadas argumentales. Tanto un anélido puede convertir a una persona en una bestia antediluviana, a la mayor gloria de la nueva carne, como encontrarnos de protagonista al mismísimo Doctor Octopus, el archienemigo de Spiderman, que en «Manhattan Pulp» se pasea por Nueva York con una cotidaneidad casi cómica mientras busca a su amada. Tanto se da una vuelta al gag del chiste asesino de los Monty Python en «Ese señor de ahí» (donde todos los que describen a un personaje acaban muriendo) como florecen ecos de la etapa inicial de Ballard (y sus regresiones a la naturaleza) en «¿Qué tal, cariño?». El bagaje por el que bucea Candeira es tan amplio y variado como corresponde a los tiempos que vivimos y cualquier elemento de la cultura popular, debidamente recreado, ha pasado a formar parte de su vívido mundo creativo.

Otro de los relatos que sobresale en Antes de las jirafas es «Fractura», cuyo novum recuerda a Clara y la penumbra. Candeira entra en la piel de una persona que vive de hacer de mueble/escultura ornamental en las casas de los que pueden permitirse pagar por ello y, desde tal posición, nos describe un mundo gris, hipócrita, polvoriento, de máscaras… Entramos en la tercera seña argumental que quería poner por escrito en esta reseña: la sutil ironía con la que construye cada imagen y que, cuando está mejor «tirada», convierte una imagen inocente en un estilete cargado de malicia. Sin embargo aquí también radica el mayor problema de la colección. Aproximadamente la mitad de los relatos no profundizan en este aspecto y apenas me han parecido un juego inocuo. Humoradas más o menos crípticas que se quedan simplemente en una broma inicial, que apenas transmiten una o dos imágenes peor o mejor conseguidas y que, en su mayoría, mueren en finales tan abruptos como, a veces, abstractos. Cuentos como «Jimmy», «Revolución», «La noche repetida»… deberían haber quedado en el cajón hasta una posible edición de cuentos completos, dentro de muchos muchos años y exclusivamente para estudiosos de la obra del autor.

De ahí nace la sensación acre que comentaba al principio. Es una pena que no se haya esperado un año, o año y medio, para conseguir un libro más consistente que el volumen irregular que nos ha llegado.

Por último, un pequeño capón para la edición de Páginas de espuma. Más allá de los contados errores que haya podido encontrar, le han colocado a Antes de las jirafas una cubierta horrible que desmerece por completo al material que podemos encontrar en su interior. Algo que también se puede decir de su página web. Conviene cuidar un poco más la imagen de los productos. Después pasa lo que pasa.

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3 respuestas a Antes de las jirafas, de Matías Candeira

  1. francisco(ollonois) dijo:

    es un estilo, mas bien un genero similar al de los relatos de Felix J Palma o Jon Bilbao? realismo magico o una especie de literatura fantastica fuera del genero tipo Jose Maria Merino? por cierto has leido a Juan Bonilla?

  2. Nacho dijo:

    Me faltan lecturas, pero por lo que he leído no se parece a ninguno de ellos. Simplificando, no busca el esbozo costumbrista teñido por lo fantástico de Palma, ni con el enfoque del mismo tema que he leído a Bilbao en «El hermano de las moscas». De Merino, novelas aparte, sólo conozco «Cuentos del reino secreto» y sobra decir que esto es otra cosa. De Bonilla apenas leí un cuento hace años… y no me acuerdo de él.

    No son relatos fantásticos en el sentido que, en su mayoría, no es nuestra realidad lo que aparece en ellos. Es algo más híbrido que mezcla sin pudor múltiples referencias, sin (prácticamente) personajes ni diálogos, con todo orientado a crear situaciones con el punto justo de evocación, que afirma y sugiere… No sabría decir a quién se parece. Y creo que eso es bueno. Lástima de lo irregular del libro.

  3. Mª Carmen Vázquez dijo:

    A mí la portada no me disgusta, es a mi parecer la inclinación de las cajas del título y el nombre lo que la acaba de estropear.

    Pero respecto al libro estoy bastante de acuerdo contigo.. no puedo con esa moda de cuentos graciosillos, que se quedan en la broma y en el humor intrascendente, y que últimamente me encuentro por todas partes. Eso son desde luego «Jimmy» o «Noche de bodas», relatos prescindibles que se nos venden como la gran literatura de nuestros días…

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