Entre las novedades que se han publicado este mes de Abril con vistas al día del libro hay una que ha pasado desapercibida entre los aficionados a la literatura fantástica: Perturbaciones. Antología de relato fantástico español actual. Una antología editada por Juan Jacinto Muñoz Rengel para Salto de Página y que junta en su interior, entre otros, a José María Merino, Cristina Fernández Cubas, Pilar Pedraza, Elia Barceló, Fernando Iwasaki, David Roas, Félix J. Palma y Jon Bilbao. El contenido, como se puede ver en la ficha de La Tercera Fundación, es variado: inéditos y reediciones; microficción y relatos cortos. Por lo que he podido comprobar, editado exquisitamente con un cuidado al que toda editorial de pequeño y mediano tamaño debería aspirar. Sobre el contenido supongo que hablaré por aquí en cuanto me lo lea. Juan Jacinto Muñoz Rengel la presenta así en la cubierta trasera del libro:
En el interior de este volumen hay de todo, anomalías y perturbaciones para todos los gustos. Prueben a abrirlo. Ábranlo y lean. Lean sobre la muerte, la vida después de ésta, la inmortalidad, el paraíso, el limbo, el infierno, los resucitados, y los espectros de hoy o de hace veinticinco siglos. Lean sobre Dios y el Diablo, el origen y el fin. Lean acerca de mundos paralelos, de bucles temporales que conectan nuestro presente con el Medievo, de la predeterminación encerrada en los espejos, o de las necrológicas inversas que publican algunos periódicos. Lean en torno al doble, a la identidad y a las conexiones invisibles. Lean todo sobre las interacciones entre realidad y ficción, metaficción y metaliteratura. O incluso sobre la absoluta desaparición de la ficción en los libros. Lean sobre los sueños y las pesadillas. Sobre las transformaciones imposibles de hombres y mujeres, de objetos y animales. Lean acerca de la presciencia, la telepatía, la telequinesia, y todas las perturbaciones de las capacidades cognitivas, las de la memoria, las de la personalidad, las de la percepción. Lean. Lean y disfruten del cosquilleo y el vértigo de asomarse a los bordes del abismo.