Según se puede leer en los foros de Los espejos de la rueda, parece que la situación precaria que atravesaba la traductora Matilde Horne está en trámites de solucionarse. Sus representantes han llegado a un acuerdo con Planeta y, aparte de comenzar a recibir semestralmente las cantidades generadas por sus libros, va a cobrar los derechos producidos desde la compra de Minotauro en el año 2001. Además se regularizan todas las traducciones que había hecho para la editorial y, supongo, comenzará a pagar a Hacienda.
Una buena noticia que, espero, no quede aquí y sirva para mejorar las condiciones en las que han trabajado, y trabajan, los traductores en este país.
Lo del Grupo Planeta es de juzgado. Pagan 9€ la página y no respetan el 2% de las ventas que se debe pagar a un traductor. Se las dan de no sé qué, pero son el IKEA de los libros. Explotadores.
Bueno, me alegro por ella. Es una pena lo sucedido. Espero que el acuerdo, al menos, sea justo.
Por desgracia, nuestra industria editorial considera a los traductores, correctores y demás profesionales como un colectivo no sólo indeseable sino incluso prescindible.
No descartemos que, a medio plazo, empiecen a publicar traducciones automáticas tipo las que ofrece el google, y sin sonrojarse. ¡Todo por el margen (comercial, claro)!
Pues me alegro mucho por ella. La situación de esta señora era triste e injusta.
De todas formas parece que sólo es una caso más entre muchos, quizá especialmente llamativo por la edad y estado de salud de la traductora, por el libro que tradujo y demás… habría que concienciarse de que los traductores son un factor muy importante en la calidad del producto que llega a nuestras manos.
Hace dos semanas murió Matilde Horne. D.E.P.
Por cierto, enlace a la noticia en Stardust donde Francisco García Lorenzana comentó el tema de las traducciones
http://www.stardustcf.com/notiindiv.asp?noti=3496
Aunque después de leer esta noticia
http://www.babelxelsabio.com/contenido.php?modulo=detalle&volver=inicio&tabla=noticias&id=80
(perdón por el exabrupto), menuda mierda de regularización y de trato le dieron a esta mujer. Tanto Porrúa como los que vinieron después.