Modo homenaje ON
La bolsa de bienvenida contenía lo siguiente:
- El programa de actos (no disponible hasta la tarde del viernes y en una versión sin cerrar).
- Papeleta para votar los premios Ignotus.
- Folleto de la asociación española de fantasía, ciencia ficción y terror (impreso en color).
- Guía de Vigo en gallego (a elegir entre esta y una en inglés; la española se acabó el viernes por la tarde).
- Folleto del restaurante chino Shanghai.
- Anuncio de la Marisquería Bahía, restaurante oficial de la IberCon, con un menú especial para asistentes a la IberCon (20 €) y publicidad sobre su servicio de Marisco cocido a domicilio para toda España (verídico).
- Cuestionario del concurso Data (un folio impreso por las dos caras).
- Anuncio de Ediciones Espiral sobre sus últimas novedades y con un cupón de suscripción (folio amarillo fotocopiado por las dos caras).
- Anuncio de tamaño DIN A6 de La casa del Libro (color amarillo).
- Un ejemplar de Ciudadano del espacio, de Robert Sheckley, editado por la Semana Negra en apoyo a su autor y cedido por Gigamesh.
- Cuatro marcapáginas de Gigamesh cedidos por Gigamesh.
- Bolsa de plástico amarillo cedida por La casa del libro.
Modo homenaje OFF
El precio de la inscripción era
21 euros para todos los días
16,8 euros para los miembros de las asociaciones que apoyaban la Con
En ambos casos con derecho a la bolsa de bienvenida. Además había la opción de ir día a día, a un precio de 6 euros(sin derecho a bolsa)
Por motivos económicos (íbamos a estar dos días y medio) nos pillamos dos entradas de día (tarde de sábado y mañana de domingo; tarde de domingo y mañana de lunes). Y, gracias a la generosidad del encargado de la mesa (si no recuerdo mal, Ignacio Diz) nos dieron sendas bolsas de bienvenida y el derecho a entrar el sábado por la mañana.
Viendo el conjunto (contenido de la bolsa, flexibilidad a la hora de pagar la entrada,…) no entiendo cómo alguien pudo pagar 21 euros por esto. Aunque por ahí hay gente que no entiende como pudimos llegar a pagar la segunda entrada…
Es que en una de las bolsas había un folleto del «Shanghai» de color dorado que te permitía entrar a la fábrica de glutamato de Wily Wonka 😉
Pues el folleto del Shanghai me vino de puta madre para meterlo en los zapatos y que se absorbiese el agua de lluvia que los había calado. Entre eso y la sopa agripicante del domingo creo que no pillé La Madre de Todos los Trancazos.
Desde esta humilde tribuna quisiera agradecerle al restaurante Shanghai su contribución a que la BarraCon no se saldase con víctimas. 🙂