Hoy es jornada de Huelga General. Muchas personas más capacitadas que yo han escrito sobre los motivos por los que se convoca y por los cuales creo que debiera ser la más seguida de todas las que se han convocado desde la transición. He aquí un par de enlaces con los que estoy de acuerdo casi al 100%
Desmontando excusas para ser esquirol el 29-S
Con ellos está un poco de más que exprese mi postura sobre la reforma laboral, la congelación de las pensiones, el descenso de sueldo a los funcionarios (del que yo y otros tantos somos olvidadas víctimas colaterales), la subida del IVA… y todo lo que nos viene por delante. Sin embargo sí que me gustaría expresar mi opinión sobre el tema que más me atañe.
Trabajo en un sector, la enseñanza concertada, donde hoy habrán acudido a su labor un… 80-85% de los trabajadores. Para que después se generalice diciendo que los piquetes evitan que los trabajadores ejerzan su derecho a trabajar (habrá unos que sí, habrá otros que no). Un sector puteado, que da bastantes más clases a la semana que el equivalente público, cobra menos cuando trabaja en unas condiciones de mayor precariedad, al que han bajado el sueldo este verano entre un 5 y un 6%. ¿Cómo vive esta situación el resto de mis compañeros? Quejarse se ha quejado poco. Y cuando lo ha hecho ha sido lo habitual: la culpa es del gobierno, de los sindicatos por no hacer nada y después a seguir con el día a día con normalidad como si nada hubiese pasado. Nada se puede hacer. Pero lo realmente patético no es esta resignación, cristiana que diría alguno. Si nos hubiesen bajado el sueldo un 50% la respuesta habría sido la misma. Mismas quejas en los pasillos, recreos, salas de profesores, misma conclusión, misma asistencia a la huelga.
Porque nada se puede hacer.
Y así seguiremos, con bastantes más horas de clase que nuestros equivalentes de la pública, cobrando menos por hacer el mismo trabajo en condiciones de mayor precariedad, como si nada pudiera hacerse. Y cierto es que poco se pude hacer cuando ni nosotros mismos nos creemos que no se puede mejorar nuestra situación. Por eso no hacemos nada.
A lo que hay que añadir el panorama general, con la nueva reforma laboral a la cabeza, la subida del IVA y los impuestos indirectos, los continuos ascensos de la luz, el gas, la gasolina… a un ritmo sólo parejo al de los beneficios de las empresas que nos los suministran, la pésima gestión de los fondos públicos, la próxima extensión de la edad de jubilación sin importar el tiempo que se lleve cotizando ni el trabajo que se desempeñe o la extensión de los años para calcular la pensión. Quizás una reforma de la sanidad para «modernizarla» y «adaptarla» a lo que «demanda» una sociedad del siglo XXI.
Y no haremos nada.
Ante esta situación he preferido quedarme en casa, perder mis 70 u 80 euros de sueldo, acudir esta tarde a la manifestación en Santander y dejar claro mi descontento por el rumbo que siguen los acontecimientos. Porque en este país, cada día más alelado y aletargado, o comenzamos a movernos como hacen en otros países europeos para defender los derechos que se han logrado en las últimas décadas, o los iremos perdiendo. Lentamente, que es como menos conscientes somos de las cosas, con mínimas quejas en los estados del facebook y una general sonrisa en los labios.
Hoy mucha gente, huelguistas y no huelguistas, dormirá con la conciencia tranquila. Yo creo que seré uno de ellos.
Nota 1: Hace unos días leí en Twitter un tweet que retaba a escribir una entrada sobre la huelga sin utilizar las palabras Gobierno, sindicato y patronal. Si exceptuamos el párrafo referido a las quejas de pasillo en la enseñanza concertada, lo he conseguido. Si lo tenemos en cuenta, he fracasado. Pero intentarlo lo he intentado.
Nota 2: Recupero esta viñeta que representa los nuevos métodos de protesta de la clase trabajadora
Yo creo que en la mente de todos esta esto que comentas y para mi debiera ser una jornada de reflexión tanto para los manifestantes como para los pasivos.
Tengo una crítica que me desborda por todos los lados y salpica a todos. Yo no quería esta huelga y me he visto alistado casi a la fuerza (voluntariamente). Pero, al margen del resultado y del efecto posterior de la misma, esta ser un cordero o ser un cabrito. Esta claro que lo segundo y adulto, hay que estar vivo perdiendo dinero y sintiéndose manipulado.
La conciencia, en este tema, como la de un Ángel si existieran. je je. En mi sector también habrá muchos que hoy respeten el horario laboral a rajatabla y tendrán un montón de excusas para cumplir con la empresa. La verdad y triste es que han ido, en su mayoría, por no perder el sueldo de este día.
Cuando pase esta historia seguro que tendremos que oír que tal o cual está así por el gobierno y los sindicatos. La replica como cambiando de tema: Por cierto, donde estuviste el 29 de septiembre? >:€
Pues yo soy conserje de la Hacienda pública en Santander. Cobro 900-1000 euros rapados (cobraba..) y al igual que a ti me han desangrado un 5% de mi sueldo. Mi mujer está en paro.
Tengo tres hijos de 5, 7 y 11 años.
No puedo manifestarme, por que con 80 o 100 euros mi familia y yo vivimos una semana.
Y así va esta mierda de país.
Un saludo.
Sí que es una situación peliaguda. Supongo que la misma que mucha gente puteada que trabaja en sectores como las grandes superficies o la restauración y no se puede permitir parar un día o poner en riesgo su contrato temporal. Pero también no ir a la huelga no significa no poder manifestarse. Ojalá en este país lo hiciésemos mucho más y hubiese la cultura de la queja que hay en Francia. Los gobiernos tendrían miedo del pueblo y no al revés.
Lo que nos pasa es que nunca le hemos cortado la cabeza a ningún rey, y así nos luce el pelo. Lo nuestro es más bien «vivan las caenas».