42

Y ahora viene una entrada de esas «Jo, hace mogollón que no actualizo el blog. Pero no preocuparse, voy a ponerme a ello», para que os echéis unas risas viendo cómo lo incumplo. O casi.

Resulta que este año, apunto de cerrarse, llevo escritas 42 entradas (ésta hace la 43), lo que amenaza con ser el año menos «posteador» de la historia del Aburreovejas. Ni siquiera habría una entrada por semana, sin una razón de peso más allá de la apatía. Y eso que últimamente estoy recuperando el golpe de pedal como lector (sin alardes).

El lunes leí en Un tebeo con otro nombre esta entrada en la que su autor hablaba del giro que le quería dar a su blog. Y me he dicho, joder, hay que hacer caso a los que saben. Porque me ocurre algo parecido: tengo tan grabado a fuego lo de aburreovejas que cuando se me ocurre una idea y veo que no pasa de las 500 palabras la dejo a un lado. Y no tendría por qué ser de esa manera. Así que a partir de ahora habrá entradas más frecuentes (espero), algunas muchas más breves de lo usual. Lo que no tiene que redundar en un decaimiento del aburrimiento. O sí.

Esta entrada fue publicada en Sobre el blog. Guarda el enlace permanente.

8 respuestas a 42

  1. hansard dijo:

    No has pensado en probar con twitter? Es muy entretenido, se interactúa mucho y tan sólo hacen falta 140 caracteres por tweet – o mini post.

    Un saludo!

  2. Nacho dijo:

    No he probado. Me da un poco de «miedo» abandonarme al tweet y dejar de lado esto. Pero supongo que será cuestión de probarlo.

  3. Arturo Villarrubia dijo:

    42! El sentido de la vida!
    Pense que seria sobre Douglas Adams por el aniversario.

  4. A mi me pasa algo parecido, si no desarrollo mucho un post, me parece que es algo que puedo poner el mi estado de Facebook.
    De todas formas (y respetando la eleccion de cada uno sobre hacer entradas mas o menos largas) en el momento en el que esto se convierte en una obligacion o un «trabajo» con un cupo minimo, me parece que hay un problema.
    Por mi parte, yo prefiero tomarmelo con calma y subir el material cuando considero que he alcanzado un minimo de lo que busco, entonces lo suelto (claro, asi me va, 5 años y menos de 300 posts)
    De todas formas, cuando mas escribais, para mi mejor. Mas lectura 🙂

  5. Nacho dijo:

    No es una apatía derivada del cansancio o de la obligación. Después de diez años de llevar esta actividad aficionada, primero como web personal y ahora como blog, aunque resulte complicado de entender, me sigue gustando. Tenga más o menos difusión, repercusión… De hecho encuentro entretenido bucear dentro del propio blog para ver lo que pensaba de las cosas y, en algunos casos, ver cómo mi percepción ha evolucionado.

    Es simple y pura pereza. Y tengo que luchar contra ella.

  6. Eloi Puig dijo:

    Te entiendo, a mi me pasa algo similar. cada vez que acabo de leer algo y debo actualizar mi web, me da pereza, pero una vez está hecho me quedo la mar de satisfecho.

    Hay que luchar contra la desidia. Yo no me planteo cuantas veces actualizo el web al mes (normalmente son entre 3 y 5) pero también es verdad que intento que la pereza no me gane la partida y por lo tanto me fuerzo a seguir un cierto ritmo, eso sí, sin que este me domine demasiado… es dificil a veces…

  7. Kaplan dijo:

    Conozco ese sentimiento de estar, en cierto modo, secuestrado por los preceptos bajo los que creaste tu propio blog. Lo que pasa es que yo me los he ido saltando sistemáticamente desde que comprendí que esto es, sobre todo, un medio de expresión personal, pero sobre todo, de disfrute. Si en determinado momento el blog comienza a constreñirte, a no divertirte o a suponer un esfuerzo indeseado, es mejor dejarlo.
    Hay dos tipos de blogs: personalísimo (ese que sirve para engordar el ego y en el que cabe todo porque es una prolongación de la persona) y didáctico (en ambas direcciones). Yo sólo soy fiel en el mío a una norma: literatura. Es lo que más me gusta en el mundo, y lo único a lo que me merece la pena dedicarle tiempo gratis. Luego me permito todas las trampas que quiera. Pero dentro hay textos largos, cortos, entrevistas, reseñas, pajas mentales…: diversidad de formatos, porque las normas las pones tú. Es tu propia revista, en la que puedes meter todo aquello que te hubiera gustado ver en una de verdad. Si te sientes obligado (a escribir cosas largas, a subir entradas con determinada periodicidad, a conseguir lectores…), si deja de ser divertido, no merece la pena.

  8. Iván Fernández Balbuena dijo:

    Yo también te entiendo, alguien definió este problema como astenia blogera. Personalmente lo estoy sufriendio en grado superlativo pero tienes razón, hay que superar la apatía que ya hay demasiadas bajas en el campo del fandom. ahora, lo de hacerlo disminuyendo el tamaño de las entradas…
    Para gustos los colores, a mi no me acaba de convencer, el formato aforístico tien su encanto pero también sus limitaciones, será que lo mío es la incontinencia 🙂

Los comentarios están cerrados.