Loarre, un precioso fondo de pantalla

Anoche fuimos al cine a ver El reino de los cielos, el nuevo delirio histórico de Ridley Scott del que, a bote pronto, sale mejor parado que en Gladiator aunque carezca de épica alguna. Pero no abro esta entrada para comentarla. Me gustaría hacer una breve mención al precioso Castillo de Loarre que se entrevé en un par de momentos de la película.

Lo visitamos el pasado verano durante una semana de puro disfrute natural por el Pirineo Aragonés en el que visitamos, entre otros sitios, las foces navarras de Arbayún y Lumbier, los alrededores de Jaca, los preciosos pasajes naturales que rodean Canfranc o Panticosa y el Parque de Ordesa.

Era el último día, el de vuelta a casa, y nos acercamos a este pueblo alejado de las carreteras principales para toparnos con una maravilla arquitectónica espléndidamente inserta en el medio natural (el paisaje resulta esplendoroso; apenas se observa al mano del hombre) que, a pesar del paso del tiempo, conserva todo el encanto de las construcciones medievales. Incluyendo el característico remedo hispano de ir aprovechando los edificios existentes para ir añadiendo nuevas edificaciones que, a veces, chocan con el concepto original (y que, siempre, acaban siendo pasto de las llamas). Pocos sitios recuerdo de esta época que me hayan causado una sensación semejante (a bote pronto, sólo el monasterio de Sant Pere de Rodas me transmitió lo mismo)

Como se pueden imaginar, la visita merece la pena. No sólo porque los guías son de calidad, de esos que son algo más que una grabación metida a fuego en la memoria y saben jugar con las palabras y sus conocimientos para construir un atmosférico viaje al pasado del monumento. Sino porque es lo que te venden: el castillo románico mejor conservado. Si lo desean, pueden hacer una visita virtual. No es lo mismo pero pone en situación.

Lo triste es que en El reino de los cielos sale muy poquito. Su anecdótica presencia se limita a ser una mera (e imponente) imagen de fondo situada ahí para crear ambiente. Habrá que aguardar a la versión extendida (Scott promete una hora más de duración; este sí que es un aburreovejas experimentado) para ver las escenas rodadas en su interior (al menos eso decían los guías) y que se quedaron en la mesa de montaje.

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