La voz del fuego

No tengo demasiado tiempo para escribir (estoy terminando un texto sobre Jonathan Strange y el Señor Norrell que me está trayendo de cabeza), así que toca otro anuncio de novela a punto de aparecer y que, independientemente de cómo sea, me apetece leer. La voz del fuego. La única «novela» que ha escrito Alan Moore y que, por tanto, se convierte en un obligado lugar de paso para sus múltiples seguidores.

No tengo mucha información sobre ella. Sé que relata 12 historias diferentes con alguna conexión entre sí que ocurren en un intervalo de 6000 años en lo que hoy es Northampton, el lugar de nacimiento y residencia de Moore. Sé que es una primera novela, con todo lo que eso implica en un autor que no se caracteriza por su condescendencia hacia el lector. Sé que sus puntos focales son La Historia y La Magia, dos de las preocupaciones fundamentales de Moore en la última década. Sé que el lenguaje es fundamental en la narración y que sigue una progresión historia a historia (así que a ver a quién le han cargado la traducción; como sea parecida a la que se puede ver en muchos de los tebeos de la casa vamos dados). Y sé que la primera de ellas es uno de esos relatos umbral que pone a prueba la paciencia del más devoto. He aquí un extracto de la entrevista para la web de Planeta de Agostini Cómics que le hizo Raúl Sastre

Cambiando un poco de tercio, háblanos de cómo utilizas el lenguaje a lo largo de toda la novela. Hay mucha experimentación. En el capítulo primero rompes todas las normas básicas del lenguaje e introduces al lector en la mente de un ser humano primitivo. Algo un poco arriesgado para ser el primer capítulo de tu primera novela…A día de hoy aún no estoy muy seguro de por qué hice eso. O sea, hace poco alguien me preguntó que por qué había hecho el primer capítulo de primera novela prácticamente ilegible [risas]. La única respuesta que se me ocurrió en ese momento fue «para mantener a la escoria alejada» [risas]. Creo que lo quería hacer era dejar claro desde el principio cuáles eran mis intenciones. No tenía intención de escribir una novela de fantasía, o una novela de género, ni limitarme a un estilo en particular. Quería hacer algo provocador.

Creo que, probablemente, hice muchas cosas que sentía que tenía que hacer en mi primera novela. Además, pienso que después de hacer ese capítulo, del que estoy muy orgulloso, ya no tengo necesidad de ser tan rompedor, simplemente señalé en ese momento que ése era el territorio de la lengua y de la escritura que quería explorar. Creo que en mi segundo libro estoy más relajado, lo estoy escribiendo en inglés de verdad [risas].

Merece la pena leer el resto. A pesar de ser un tanto caótica, habla mucho de La voz del fuego y cómo concibe Moore la realidad y la literatura.

Si alguien está interesado en leer reseñas en inglés, he aquí una y aquí otra. En un par de semanas estará en todas las librerías.

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7 respuestas a La voz del fuego

  1. Nacho dijo:

    Desde luego con la portada se han lucido. Parece que vamos a leer un tebeo de arte y ensayo publicado por SinSentido o Ponent…

  2. c dijo:

    Yo admitiria las notas a pie de pagina de From Hell como novela, asi que podriamos decir que es al segunda novela 🙂

  3. Campanilla dijo:

    Se me ha cortado el nombre.
    Perdón, la de antes, era yo.

  4. arturo villarrubia dijo:

    Alan Moore esta trabajando en otra novela «Jerusalen» de la que se sabe muy poco: que va a llegar a las mil paginas y que tratará sobre la historia de su familia.

  5. Felideus dijo:

    No sé que tal estará la novela pero, dado que Moore es uno de mis guionistas fetiche, no tardaré en agenciármela. Gracias por la información 🙂

    Y desde luego la portada no es muy allá, deberían habérmela encargado a mí :p

  6. José Yofre dijo:

    Yo de Moore me compraría hasta la lista de la compra.

    Estoy esperando con impaciencia para comprar me la edicion Absolute de Watchmen que va a publicar Planeta en breve.

    José Yofre (a.k.a. OrionKnight)

  7. arturo villarrubia dijo:

    Un comentario reciente sobre la Voz del Fuego del propio Moore:

    That’s important. I mean, we are inevidably going to be living in somebody’s story. The nature of societies is to write stories for us to live in that will be beneficial to that society, even when they are not necessarily beneficial to us. We can’t live on the territory. You know, we are going to be living upon the map. Inevitably. We do not experience reality directly, we only experience a simulation of reality that we put together through the vibrations in our ears, the messages to our eyes, and the signals passing through our nerves. We compose all of these into an image of reality. We are constructing our reality, so inevitably our own lives are fiction. When we look back over our memories, we are editing them. We are changing bits of them: forgetting things that are inconvenient to us, embroidering bits we enjoyed.

    Our societies are texts. They are fictions that we, it is insisted, inhabit. That’s not good enough. I think human beings have the power, if we so wish, to come up with our own stories, stories in which we have more enjoyable roles than the ones that have been laid down to us. Yeah, I was pleased with that line as well. I think it’s as close to a political statement as you are liable to find in Voice of the Fire. Yes, people should take their stories into their own hands. We can come up with alternative ways of thinking and living. We can come up with texts of our own that are more suited to human beings than these inhuman narratives such as war and economic recession that are imposed upon us from above. We should use our imagination a bit more.

    sobre la novela nueva:

    Jerusalem is nearly half-completed. I’ve been doing it nonstop for the past eighteen months. It’s the longest I’ve ever worked upon anything without a break. All through my comics career I was inevitably working on three or four things at once. When I did my first novel I was breaking off every chapter to do another couple of installments of whichever comics I was writing at the time. But with Jerusalem I’ve spent the last eighteen months doing nothing but this novel about the area that I grew up in. It’s got an awful lot of family and personal, as well as national, history worked into it. There is also a lot of outrageous fantasy as well. So, a lot of things that you shouldn’t technically have in a mainstream novel. There are angels and demons and God turns up in the prologue, and yet it’s gritty, almost painful social realism an awful lot of the novel. It’s a strange beast. And I was just getting to the point where I was starting to feel that the narrative was starting to bog down, just purely because I’d been working on it nonstop.

    http://www.readysteadybook.com/Article.aspx?page=alanmoore

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