Sobre los dinosaurios, el meteorito y la ceguera ante lo nuevo

Mientras comía leyendo El País de ayer me he topado con este diálogo entre cuatro de los editores más importantes en España: Jorge Herralde, fundador de Anagrama; Jaume Vallcorba, director de Acantilado; Joaquim Palau, responsable editorial del grupo RBA; y Pilar Reyes, de Alfaguara. Casi nadie al aparato. Entre su valoración de una Feria del libro de Madrid que, globalmente, parece haber ido peor que la del año pasado (la crisis no ha tenido nada que ver; ha sido por el mal tiempo y que los editores no han encontrado un reemplazo para Stieg Larsson), y las habituales menciones al sexo de los ángeles (y la responsabilidad de nuestro sistema educativo en los malos tiempos para la no ficción; se ha convertido en la cabeza de turco perfecta), muestran la sensibilidad de sus empresas hacia el libro electrónico.

No dudo que su avance vaya a ir muy despacio. No tengo elementos de juicio para refutar que dentro de diez años apenas será un 15% del mercado (aunque, por ejemplo, las editoriales de libros de texto ya se estén preparando para el reemplazo del libro en papel). Es un hecho que hay mucho papanatismo con la tecnología (y que hay muchos intereses creados por la industria tecnológica para vendernos sus «aparatitos»). Pero leo el final del artículo y dos de ellos, (Jaume Vallcorba y Joaquim Palau) en vez de respetables editores que analizan la situación con la inteligencia que se les supone, más bien parecen blogueros amateurs a la caza de tres o cuatro frases lapidarias con las que sepultar un tema que no han valorado con la profundidad necesaria. Si así hubiese sido, no habrían aparecido en sus bocas reflexiones como

Jaume Vallcorba: «[…]Lo importante no es tanto el medio como la actitud que uno tiene ante las cosas. Para leer necesitas un determinado estado de espíritu. Lo que uno lee en pantalla lo olvida con mayor facilidad. Con el libro electrónico nos puede pasar como con el vídeo: grabamos un montón de películas para luego no verlas jamás.»

Joaquim Palau: «[…]La información de pantalla es muy útil, pero me cuesta imaginarme a alguien leyendo a Roth o a Alice Munro en pantalla.»

Jaume Vallcorba: «¿Te refieres a escuchar música en un iPod? Se pierde un 60% de la calidad. Un lector solo digital está abocado a un proceso de estupidización imparable.»

Y así otras tantas (para contextualizarlas, lo mejor es leer la entrevista completa). Fijismo empresarial en acción. Gente que cuando oye hablar de libro electrónico piensa en youtube mostrando páginas escaneadas. Menos mal que Herralde y, sobre todo, Reyes se muestran más prudentes.

Nota (una de tantas que podría poner aquí): Supongo que la verdadera calidad estaba en los tocadiscos que todo el mundo tenía hace 30 años con sus agujas de pena, sus amplificadores de chichinabo, sus bafles de madera de la peor calidad…

Esta entrada ha sido publicada en Editoriales y ediciones y etiquetada como , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

11 respuestas a Sobre los dinosaurios, el meteorito y la ceguera ante lo nuevo

  1. Pues la verdad es que no sé que iPod escucha este señor, pero el mío tiene una calidad de sonido pasmosa.

    Lo que le pasa a estos señores es una combinación de analfabetismo tecnológico + necesidad constante de predicar. Las dos cosas juntas pueden acabar en un nuevo caso Teddy Bautista en pocos años 🙁

    Yo porque estoy esperando a la tecnología Pixel Qi (o similares) que tienen muy buena pinta, si no ya tendría mi propio lector… opine lo que opine esta gente.

  2. MdlR dijo:

    Mentes preclaras, vive Crom. Por todas esas razones y otra media docena igual de bien fundadas y para nada desopilantes sigo yo trabajando con mis infalibles tablas de arcilla porque, ¿os imagináis?, me imagino tecleando delante de una de esas degradantes pantallas modernas y olvidando ipso facto una frase traducida tras otra, lotófago perdido… No, no, vade retro, inventos del demonio.

    Estrechez de miras, lavín.

  3. vanjav dijo:

    Joer el Jaume da de lleno en el clavo de su ignorancia tecnológica y como pronosticador la clava también. Ni Hal 9000 se hubiera atrevido a tanto.
    Los intermediarios que viven, y como viven, a costa del trabajo de los demás y del dinero de los usuarios finales, no aceptan que las cosas cambien y que los beneficios se reduzcan. El saber popular es sabio, pero estos sesudos se consideran por encima (mas listos puede, mas inteligentes no), y no hacen caso a eso de:
    La avaricia rompe el saco y Renovarse o morir.

  4. jgm dijo:

    yo noto una evidente perdida de calidad en los libros desde que se escriben en ordenador, nunca se debió perder la estilográfica o, mejor aun, la pluma de oca.

  5. francisco dijo:

    pues para mi es Jorge Herralde el que muestra mas papanatismo ante el invento… falsa tormenta, caramelo mediatico, apocalipsis…
    de todas maneras ya el propio titulo del texto esta viciado pues esa tormenta aparte de a la crisis y al tiempo meteorologico se refiere al ebook como una especie de amenaza al libro y la lectura.
    jgm de alguna manera tambien tiene razon pues la facilidad para publicar hoy en dia no se hasta que punto afectara a la excelencia
    francisco (ollonois)

  6. Iván Fernández Balbuena dijo:

    Es alucinante, después de la que ha caido con la música y las pelis, los de los libros siguen sin enterarse de nada.
    Ellos mismos, en unos años no estaremos todos partiendo de risa respecto a ciertas actitudes ante determinados fenómenos ya vividos pero que a estos diplodocus les sonará a chino. ¡Qué país, señor, qué país!

  7. egan dijo:

    Suena parecido a como si cuando sacaron la imprenta los monjes que imprimían hubieran dudado de que hubiera algún sector de la población con ganas de leer. Dirían que vaya amontonamiento de ejemplares, que si nadie sabía juntar la pe con la a, que si la mecanización haría perder calidad, etc

    Lo malo es que se supone que son ellos los que deben aportar lo títulos. Se ve que les ha pillado a contrapelo casi todo.

  8. «Un lector solo digital está abocado a un proceso de estupidización imparable». Jaume Vallcorbe debe de haberle dado mucha caña a su dispositivo de lectura digital últimamente; hay que ver lo avanzado que está en el proceso de marras.

    Dan ganas de proponerlo a El Jueves como Gilipollas de la Semana.

  9. Jack Shandy dijo:

    La postura de los editores es , simplemente, genial. No voy a sacar libros electrónicos y, si los comercializo, lo haré de manera suficientemente cara y/difícil de usar (Libranda) para que el potencial lector se desanime… Y claro, como el potencial lector no es tecnológicamente tan «brillante» -nótese la ironía-, si no hay libros legales, estos son caros o difíciles de conseguir… pues los obtendrá piratas by the face, como ya se puede hacer sin ningún problema.

    Lo dicho, es una estrategia genial, ¿No?

  10. vanjav dijo:

    El miedo puede ir por que directamente muchos autores permitan descargas de sus obras en su web a un precio simbólico y acaben recaudando mas que con el procedimiento establecido actualmente.

    Del escritor al lector directamente, que miedo… Con la música seria algo mas complicado, pero con los libros creo que, por lo que nos cuesta una o dos novelas, podriamos tener la biblioteca completa de un autor y sin fraude ni perdida económica para el mismo.

  11. Dibiase dijo:

    Tienen razón.
    Para escuchar música cada persona tendría que tener en su casa una orquesta sinfónica a sueldo.
    Para leer, cada hogar debe contar con una biblioteca alejandrina.

    Y así ad nauseam.

Los comentarios están cerrados.