Siguiendo el ejemplo motivador de Iván Fernández Balbuena y Enric Quílez, estos son libros publicados en el año en el que nací: 1974. Un compendio que me habría sido imposible hacer sin la ayuda del primero, que me envió un archivo de su base de datos con gran parte de las obras aparecidas el año en que murió Duke Ellington, Coppola estrenó el Padrino II y David Bowie hizo Diamond Dogs. En ese afán de categorizador que me puede, las clasifico en diferentes grupos. Y comienzo con lo realmente potente. El año en que vine al mundo fue el año en que algunos de mis autores predilectos dieron a luz un puñado de obras que me han marcado como lector:
- Christopher Priest – El mundo invertido
- Ursula K. LeGuin – Los desposeídos
- Joe Haldeman – La guerra interminable
- Larry Niven y Jerry Pournelle – La paja en el ojo de Dios
Ahí es nada. También fue el año en que autores que tengo en muy alta estima publicaron obras menores en su carrera pero que bien merecen una lectura
- J. G. Ballard – La isla de cemento
- Philip K, Dick – Fluyan mis lagrimas, dijo el policía
- Stephen King – Carrie
Significó el retorno a la novela de dos clásicos venidos a menos
- Alfred Bester – Computer Connection
- Clifford D. Simak – Los hijos de nuestros hijos
mientras otros siguieron publicando a pleno rendimiento
- Angela Carter – Fuegos de artificio
- Michael Moorcock – La espada y el corcel
- Jack Vance – Los Asutra y El príncipe gris
- Philip Jose Farmer – Venus en la concha
- John Brunner – Eclipse total
- Poul Anderson – Tiempo de fuego
Y aparecieron una serie de obras de las que apenas tengo información o carezco de ella
- Mariano Antolín Rato – Entre espacios intermedios WHAAM!
- Barrington J. Bayley – El alma del robot
- Gordon R. Dickson y Ben Bova – No más duendes
- Fred y Geoffrey Hoyle – En el espacio profundo
- Kit Pedler y Gerry Davis – El roecerebros
- Doris Lessing – Memorias de una superviviente
- Suzy McKee Charnas – Caminando hacia el fin del mundo
- Carlos Saiz Cidoncha – El paso del Rhin
- Jane Yolen – Los tres botones mágicos de Solacia
- T. J. Bass – La ballena dios
- Alan Dean Foster – Tragedia en el “Dark Star”
- Fred Mustard Stewart – El niño estelar
- Hal Clement – Cerca del punto critico
- Charles Logan – Naufragio
- Marion Zimmer Bradley – La espada encantada
- Robert F. Jones – Deporte sangriento
- Leigh Brackett – La estrella escarlata y Los perros de Skaith
- Gerald Klein – El cetro del azar y Los asesinos del tiempo
- Arkady y Boris Strugatsky – Decididamente, tal vez
Algunas colecciones y antologías de relatos que merece la pena tener en el recuerdo
- Poul Anderson – Los muchos mundos de Poul Anderson
- Stanley Weinbaum – Lo mejor de Stanley Weinbaum
- Robert Silverberg – Born with the Dead (donde están dos impresionantes novelas cortas: «La ida» y «El proclamador»)
- Edward L. Ferman y Barry N. Malzberg – Última etapa
Y, ¡revelación!, esa disparatada historia que habría encumbrado a Howard Waldrop como rey de la ciencia ficción macarra si no se la hubiese tomado mortalmente en serio
- Howard Waldrop y Jake Saunders – 1999: ¡Guerra Texas Israel!
Un objeto de coleccionismo que todos deberíamos tener en nuestras estanterías para eneñarlo a las visitas y echarnos unas risas.
Pasando al relato, he encontrado que tampoco puedo quejarme. Está la primera gran obra de Martin, uno de los relatos más conocidos de Le Guin, una novela corta de Spinrad que es una demostración de que se puede escribir ciencia ficción hard cuidando al máximo el estilo, un cuento breve de Larry Niven que da fe de su talento para condensar una idea en el número justo de palabras, una hilarante historia de Harry Harrison, una emotiva y evocadora narración de la mejor Tiptree, Silverbergs muy sólidos en el año de su bloqueo, un Dick de esos de aúpa,…
- George R.R. Martin – «Una canción para Lya»
- Ursula K. Le Guin – «El día anterior a la revolución»
- Theodore Sturgeon – «El soñador»
- Harlan Ellison – «A la deriva en los islotes de Langerhans»
- Norman Spinrad – Jinetes de la antorcha
- Michael Bishop – «La odisea de Catadonia»
- Larry Niven – «El hombre agujero»
- Alfred Bester – «La fuga de cuatro horas»
- Robert Silverberg – «Schwartz entre las galaxias»
- Robert Silverberg – «Viajes»
- Robert Silverberg – «Nacidos con los muertos»
- James Tiptree, Jr. – «Su humo se elevó para siempre»
- Harry Harrison – «Ratas espaciales del CCC»
- Christopher Priest – «Transplante»
- Philip K. Dick – «Algo para nosotros temponautas»
Y saliendo de la literatura de género, nos encontramos con
- Rafael Sánchez Ferlosio – Las semanas del jardín
- Álvaro Cunqueiro – El año del cometa
- Gonzalo Suárez – Operación Doble Dos
- Augusto Roa Bastos – Yo, el Supremo
- Miguel Espinosa – Escuela de mandarines
- José Manuelo Caballero Bonald – Ágata ojo de gato
- Heinrich Boll – El honor perdido de Katharina Blum
- J. M. Coetzee – Tierras de penumbra
¿Comparable a los años de Iván (1969) y Enric (1972)? Creo que no hay nada que envidiarles. Además a mi todavía me faltan un par de novelas por traducirse: la potencialmente peligrosa The Centauri Device, de M. John Harrison, o la opera prima de Patricia McKillip The Forgotten Beasts of Eld (que no me gustase excesivamente Maestro de enigmas no significa que no pueda darle otra oportunidad).
Nota: Cualquier error cometido en la redacción de esta entrada, especialmente en lo que a años se refiere, se debe únicamente a mi pereza.
Nota 2: Si mi memoria no fabula más de la cuenta, creo recordar que CloudXXI realizó en el foro de Cyberdark una pregunta relacionada con este «juego», preguntando qué año fue mejor si 1974 o ¿1953? (El fin de la infancia, Bóvedas de acero, Más que humano, Farhenheit 451,…). Hereje que soy, me quedo con el mío.
Pues claro que nos quedamos con el 74. Gran año.
Me has ahorrado el trabajo porque yo también nací ese año.
Cada ser humano destaca lo que quiere destacar. Se llama percepción y mira lo que has destacado de tu año de nacimiento. Otros más te hubieran dicho que en el 74 es el declarado «Año Internacional de la población» Buen blog
Pues yo, sintiéndolo mucho, me quedo con el 53 sin dudarlo un momento.
De las cuatro obras que has destacado sólo he leído dos: Los desposeidos, que me parece sencillamente fabulosa, y La guerra interminable, que -como El juego de Ender- no pasa de entretenidilla, y encima su recuerdo queda muy emponzoñado por su continuación, que es uno de los peores libros que he leído en mi vida.
¡Zeus!, esto me ha hecho caer en la cuenta de que soy anterior a la new wave, que casi es como decir más viejo que el jaleo.
Tengo debilidad personal por los 50 americanos, así que también me quedo con ese año.
Bueno, de las que no has leído, te recomiendo esta: Charles Logan – «Naufragio». No es una obra maestra, pero a mí me gustó mucho. Una nave espacial naufraga en un planeta no apto para la vida humana. Los supervivientes van muriendo hasta que solo queda uno (todo esto es la primera página). El resto es la historia de Tansis (el último superviviente).
En novela, me quedo con los tres primeros:
Christopher Priest – El mundo invertido
Ursula K. LeGuin – Los desposeídos
Joe Haldeman – La guerra interminable
especialmente, con el segundo.
En relatos, me cuesta más seleccionar, pero escogería:
George R.R. Martin – «Una canción para Lya»
Ursula K. Le Guin – «El día anterior a la revolución»
Norman Spinrad – Jinetes de la antorcha
James Tiptree, Jr. – «Su humo se elevó para siempre»
Harry Harrison – «Ratas espaciales del CCC»
Con dudas entre el Spinrad y el Martin.
Gracias Carissa.
Preen -> Lo anoto porque es uno de esos libros que no tenía la más mínima intención de leer (por desconocimiento) y que, con ese argumento, promete.
Kaplan -> Si tu año no te gusta, siempre podemos tergiversar el juego y preguntar qué año nos gustaría ser. ¿Nos pegamos por ser el 2002, el año de, entre otras, «Luz», «La separación», «Los hechos de la vida» o «La cicatriz»?
Foe -> «La guerra interminable» me parece una gran novela, independientemente de lo que se nos vendió como continuación, que no lo es («Paz interminable», que supongo es a la que te refieres) sea un libro mediocre. De todas formas Haldeman anda de capa caída, porque las opiniones que he leído sobre «Camuflaje» son, ejem, discretas.
Nacho, me has dejado flipado; mira que no haber leído «Naufragio»… :-)) Quiero recomendártela muy efusivamente; es una de mis novelas favoritas del género. Si no la tienes te la presto encantado.
Anótamelo en la agenda de tu PDA para mayo. Entonces creo que dejaré de leer exlucisamente novedades y me tiraré un tiempecillo recorriendo libros pasados y otros territorios que he dejado desatendidos en los últimos años