Recientemente he leído Franco, una historia alternativa, una colección de relatos que, ahora que se cumple el setenta aniversario del inicio de nuestra Guerra Civil, pretendía hacerse un hueco entre el marasmo de novedades que han llegado a nuestras librerías aprovechando la efeméride. No tengo ni la menor idea de cómo ha ido la empresa, pero viendo la escasa atención que está teniendo en los foros, parece que entre el público del fandom ha pasado desapercibida.
Cayendo en el malditismo, lo tiene todo para que así ocurra: son relatos, están escritos por autores españoles, no parece haber aventura/evasión, no ha habido promoción (cosa que se arreglará un poco durante la La semana negra y la AsturCon; todos los autores están invitados y la Guerra Civil será este año uno de los temas centrales de este descentralizado evento),… Sin embargo aparte de los autores (Juan Miguel Aguilera, Santiago Eximeno, Rafael Marín, Javier Negrete, Eduardo Vaquerizo,…), la condición inédita de la mayor parte de la selección y la calidad media, más que aceptable, hay una circunstancia que hace de Franco, una historia alternativa algo que me atrevería a calificar como único. Un detalle del que también se ha dado cuenta, por ejemplo, Juan Carlos Planells en una crítica escrita para Bem On Line: estamos ante una antología temática realizada íntegramente en nuestro idioma.
No es la primera; sin ir muy lejos en el tiempo hace unos años Espiral publicaba recopilaciones de las mejores historias que concurrían a su premio de relato. Concurso que al tener cada año un tema fijo (globalización, la estación espacial internacional,…) convertía esos libros en antologías temáticas. Pero creo que ésta es la primera vez que, imitando al modelo anglosajón y desde el ámbito profesional, un seleccionador encarga a varios autores una historia de temática (más o menos) cerrada y las inserta entre otras historias ya publicadas para ofrecérselas a los lectores. Una forma de trabajo que, con variaciones, nos ha permitido disfrutar de Hitler victorioso, Sexo alienígena, Última etapa, Vampiros, Extraños compañeros de cama,… y que pone de manifiesto que las cosas, en lo que a la edición de literatura fantástica, están cambiando a mejor.
Sin embargo el peligro de que la iniciativa sea simplemente una excepción y no vuelva a repetirse en tres lustros está ahí. Esperemos que al menos el público de fuera se sienta atraído por ella, porque si tenemos que depender únicamente del mundo aficionado el futuro pinta oscurillo. Y nos quedaremos sin otras colecciones con historias alternativas (anda que nuestra Historia no puede dar juego), o que giren (y especulen) sobre temas como el futuro de España, el deporte a mediados del siglo XXI, la clonación, los juguetes,… ¡qué se yo! Y seguiremos leyendo y escribiendo diatribas en plan ¿por qué no tenemos más reconocimiento?. Y añoraremos que nuestros autores tengan la misma aceptación que sus colegas anglosajones. Y seguiremos a la misma distancia de la utópica profesionalización. Y seguiremos encontrándonos comentarios tan inútiles como éste (o los que escribiré próximamente), que servir sirven de bien poco.
Nota: He publicado en Dreamers una reseña de la antología.
Por lo menos es curioso ver este libro en algunas librerias al lado de las obras de Pio Moa o los estudios clasicos de nuestra guerra. Algun librero no se entera pero probablemewnte esa era la idea de Minotauro con la portada,: atraer al publico no friki, otra cosa sera que les salga bien.
El publico de Pio Moa es bastante friki. Un frikismo diferente eso si.