El martes se publicó en Prospectiva un texto mío sobre la cobertura en la red de eventos como la HispaCon. Antes escribo un comentario sugiriendo que se busque una manera de que los aficionados que no asistimos a la convención podamos enterarnos de lo que ocurre allí, antes suben a youtube unos vídeos con fragmentos de varias conferencias y mesas redondas. No he encontrado un enlace que conduzca a todas, pero a partir de estos vídeos se pueden acceder a otros. He aquí algunos de ellos.
El auge de la literatura juvenil (Juan Ángel Laguna, Álfredo Álamo, Susana Vallejo, José Antonio Cotrina y Javier Ruescas)
Los clichés en la literatura juvenil (José Antonio Cotrina, Susana Vallejo y Javier Ruescas)
La colonización del espacio (Sergio Mars, Juan Miguel Aguilera y Fernando Lafuente en una mesa hard de la muerte)
La mitología del horror (José María Tamparillas)
Sexo, drogas y Rock’r’Roll en la literatura de terror (Álfredo Álamo)
La aceleración si que depende de la masa. Según la segunda ley de la dinámica newtoniana es inversamente proporcional a la masa. La réplica de Sergio a la última intervención de un espectador es errónea.
Mala argumentación y peor exposición (el calor del momento).
Sí, es posible relacionar fuerza, masa y aceleración, pero la aceleración en sí es incremento de velocidad en función del tiempo, y eso es un concepto independiente de la masa. Lo que se estaba discutiendo era si podía mantenerse indefinidamente una aceleración constante de 1g, y sigo reafirmándome en que no. De hecho, al aumentar exponencialmente la masa por efectos relativistas, dado que la fuerza impulsora no puede aumentar en igual media (sería una relación lineal dependiente de la velocidad, habida cuenta que se especulaba con una impulsión mediante estatorreactor de Bussard), lo que se obtendría sería precisamente el efecto contrario, una reducción de la aceleración (y la merma, por consiguiente, del efecto de pseudogravedad).
Vamos, que una vez alcanzada la velocidad de la luz (o infinitamente cerca de ella) es imposilbe seguir acelerando.
O también, con la sencilla fórmula de v=at, se puede despejar el tiempo que costaría alcanzar la velocidad de la luz a 1 g, 354 días. A partir de ahí, es imposible seguir manteniendo la aceleración (constante, supongo que siempre es posible aducir una aceleración infinitamente decreciente).
(Perdón por el tocho, Nacho).
Claro, bajo una fuerza (impulso) constante la aproximación a c debe originar una disminución de la aceleración por el aumento relativista de la masa (si aumenta «m», «a» disminuye según la relación que guardan por la segunda ley). Por cierto, enhorabuena Sergio por el Ignotus y perdona por la sequedad de mi comentario anterior (lo escribí demasiado deprisa). Hoy precisamente me hecho con «el rayo verde en el ocaso» y estoy deseoso de leerlo. Conocí tu blog hace poco y me entusiasmo el saber que habías estudiado en la misma facultad en la que estoy estudiando y que además escribías hard.
No, si es que no me quedé nada satisfecho con la (no) resolución del tema, y he aprovechado la primera oportunidad para resarcirme.
Gracias y espero que te guste la antología.