Retomando esta minicrónica del pasado find por Madrid, comienzo esta segunda entrega dedicada íntegramente a relatar los pormenores de la sesión del domingo 24 al juego de tablero de Juego de tronos. Juego que cargué desde Santander para echar alguna partida si había tiempo y, de paso, hacer proselitismo. Joder, si es muy entretenido quiero que los demás lo experimenten, a ver si hay suerte, lo compran y traducen la expansión.
Tomamos al asalto el hogar de Javier Vidiella, que felizmente nos abrió no sólo su casa sino también su nutrida biblioteca (más de 5000 libros y subiendo) y su portafolios de originales de cómic; portafolios que, a lo tonto, va engrosando y ganando lustre. A parte de un San Julián esplendoroso y varios Breccias deslumbrantes, me quedé con un Gene Colan de Starlord que debe ser único. No está destrozado por las tintas de Tom Palmer, lo que a parte de un gozo para la vista seguramente supondrá para los herederos de Javier un motivo de jolgorio cuando necesiten deshacerse de él.
Pero centrémonos en lo importante. Pasando lista. Natalia (magrat), Juan (verence), Daniel (dgonzalod), Iván Fernández (cebra), Javier (fjvidiella), Paula y servidor. Ni David ni el otro Nacho (nasandi) pudieron acercarse. Dado que los cinco autóctonos no habían jugado y sólo pueden participar hasta cinco jugadores, tomé el papel de tutor/observador/consejero de la partida mientras Paula levantaba las cartas de eventos, resolvía alguna que otra duda o se sumergía en Tormenta de espadas, que le ha tenido enganchada gran parte del mes de julio. He de decir que a pesar del empeño a la hora de explicar la mecánica del juego, no hubo nada como dejar que jugasen un par de turnos. Justo cuando empezaron a encontrarse sus tropas sobre el tablero, y descubrieron la importancia de los tres dominios diferentes (trono de hierro, feudos y corte del rey), comenzaron a sentirse sueltos y a perder la cara de espanto a lo donde cojones me he metido.
Como supongo que ninguna de mis ovejas ha jugado, y sólo unos pocos han leído los libros, no se enterarán de nada. Pero al menos intentaré que todo sea un poco inteligible.
El objetivo es hacerse con el mayor número de ciudades posibles, y eso sobre el tablero con cinco jugadores supone controlar al menos cinco. En una partida balanceada es suficiente. Para ello las tropas con las que se cuenta hay que moverlas con tino: hay que ir ganando territorios sin olvidar que también interesa conseguir territorios con barriles de suministro o coronas. Y no cegarse con llegar lejos. Hay que ser ambicioso pero también conservador, creando una buena línea de defensa que en el caso de la casas que comienzan en el centro del mapa (Baratheon, Lannister y Greyjoy) equivale a formar una circunferencia no demasiado grande que permita apoyar posibles ataques desde flancos no esperados. Y siempre con vistas de pegar el último zarpazo en los dos últimos turnos, que es cuando realmente se juega la tortilla.
La asignación de reinos fue como sigue: Natalia – Baratheon, Juan – Stark, Daniel – Greyjoy, Iván – Tyrell y Javier – Lannister. Y sus primeros turnos, aun siendo novatos, de cajón (tan mala no debió ser la explicación). Los Baratheon de Natalia a por algún barril que la permitiesen aumentar sus ejércitos y a por el dulce que supone Desembarco del Rey; los Stark de Juan ganando terreno hacia al sur preparando su ofensiva sobre esas ciudades tan lejanas al comienzo; los Tyrell de Iván extendiéndose hacia el este sin olvidar los dominios del norte; y los Greyjoy de Daniel en trayectoria directa contra los Lannister de Javier. Lannister que, a diferencia del libro, en una partida a cinco jugadores lo tienen más negro que un Stark en Canción de hielo y fuego. Y es que enfrentarse a los calamares sin haber experimentado previamente lo que pueden hacer sus super cartas y sus flotas es una puerta abierta hacia la derrota y la consecuente frustración. Más si el resto de jugadores o se inhibe (un rasgo habitual en los Stark del tablero) o se tira como un buitre sobre tus restos, como le ocurrió al pobre Javier cuando los Tyrell y los Baratheon se arrojaron sobre su yugular para chuparle hasta el último mililitro de plasma. Hasta el punto que hacia el turno siete se quedó sin la joya de su corona, Lannisport, y, lo que es más preocupante, sin una ciudad en sus dominios. Y es que, pasándose por el arco de triunfo las más elementales normas de la hospitalidad, los convidados saltaron sobre el anfitrión con una saña que deberían haber exhibido ciertos personajes que todos los que hemos leído Tormenta de espadas sabemos. Aunque este Titán, a la chita callando, cuando nadie contaba con él, preparó una jugada para recuperar su ciudad en el proverbial último suspiro. Cosa que consiguió y le permitió recuperar parte de la honra perdida.
El resto de jugadores se disputaron con ahínco la posición predominante. Juan, lentamente, con una planificación a largo plazo, fue bajando con sus lobos hacia el sur preparando un último zarpazo que le falló por el normal desconocimiento de las reglas. Natalia y Daniel parecieron tener las de ganar a mitad de partida, con una serie de jugadas que les proporcionaron buenas ciudades. Sin embargo la excesiva extensión de la primera, unida a su escasez de unidades y las pésimas cartas, y la mala situación en la corte del rey del segundo, condenado durante demasiados turnos a no utilizar sus mejores órdenes, les condenaron a ser devorados en el final de la partida. Daniel a manos del señor de Invernalia y Natalia por las embestidas de unos Tyrell crecidos deseando dejar de lado su sempiterna condición de palmeros arrimados al sol que más calienta.
El campeón… Iván con sus Tyrell. Consiguió seis ciudades que le auparon a la primera posición, por delante de Juan, Natalia, Daniel y Javier.
Al final quedaron muchas incógnitas en el aire. ¿Se habría producido el mismo resultado si hubiese sido la segunda partida en vez de la primera? ¿Hasta qué punto Juan fue sincero diciendo que era igual de inexperto que los demás? ¿A quién coño se le ocurrió meter a Balon en la baraja de los Greyjoy con esos superpoderes? ¿Qué utilidad tiene el trono de hierro cuando lo que mola es estar bien colocado en la corte del rey? ¿Por qué dan tanto miedo los salvajes? Y un hecho innegable. El ser un erudito en temas históricos supone un plus muy ventajoso a la hora de establecer una estrategia. ¿Eh, cebra?
Un álbum de algunos de los mejores momentos, gracias a los dos Nokia 6600 que había disponibles (el hueco en blanco es cortesía de blogger, que mete un pilón de tags salto de línea de forma automática).
![]() |
![]() |
Tutoría acelerada sobre el tablero |
Preparados para la batalla |
![]() |
![]() |
Primera subasta por el trono de hierro |
Primera subasta por el trono de hierro (toma 2) |
![]() |
![]() |
La primera batalla (choque de sexos) |
Daniel se pone duro con el anfitrión |
![]() |
|
Natalia decidiendo su próxima jugada (momento estelar) |
Y nada, que creo que todos lo pasamos muy bien y alguno se quedó con monos de más. Me consta que Juan ya está empoyando en internet planeando su próxima partida, y Javier ya lo ha pedido a la tienda de cyberdark, para entrenarse con su santa y su hijo mayor preparándose para el próximo combate. Esta vez no le cogerán con la guardia baja.
>>Lannister que, a diferencia del libro, en una partida a cinco jugadores lo tienen más negro que un Stark en Canción de hielo y fuego.
Ah, pues mira, nunca lo hubiera dicho :p
Qué envidia…
A ver si consigo:
1°: conseguir que mis colegas se lean los libros de canción de hielo y fuego (sólo lo conseguí con uno, y se volvió para Murcia.)
2°: antes o después, hacerme con el juego y jugarlo!
Un saludo desde Berlín!
> Como supongo que ninguna de mis
> ovejas ha jugado, y sólo unos
> pocos han leído los libros, no
> se enterarán de nada.
¡Supones mal! ;-)))
Volví a jugar y me tocaron los «Stark»…. qué aburrimiento de partida. Prefiero estar en pleno campo de batalla 😉
N.
P.D.: Volvieron a ganar los Tyrell
Xoota -> No es necesario que se hayan leído los libros. Por mi experiencia pueden enterarse y disfrutarlo igual de bien. El quid es que se dejen liar ^_^
N. -> Ya sabes. La próxima vez pide Lannister o Baratheon. Más en el medio imposible XD
No me puedo creer que los Tyrel ganen una partida con 5 jugadores… Pero si salen en la peor posición posible, con sólo tres territorios con fortalezas cerca…
Vamos, que no tienen nada que hacer contra la fuerza de los Mon Calamari, o la posición en el tablero de los Barethon…
Creo que todo depende de la caña que se den el resto y que les permitan hacerse con Lanza del Sol a mitad de partida («su» cuarto castillo). A partir de ahí, con una buena base de barcos, no tienen complicado darles caña a los Baratheon, que tienen unas cartas malejas. Otra cosa es que les corten un poco las alas. La única vez que he jugado con ellos es lo que me pasó. Me impidieron llegar a Landa del Sol cuando quería y me quedé como jugador mosca cojonera, sin posibilidades de victoria pero tocando las narices por el sur XD
A cinco tanto los Greyjoy como los Stark tienen más posibilidades (EMHO). Y a cuatro no hay quien pueda con los Lannister. Poder hacerse con Pyke en el primer turno es una ventaja demasiado grande que nadie puede contrarrestar.
Pues me he quedado con unas ganas de más que no os podeis ni imaginar…. El juego es una pasada, al principio cuando te lo explica un profe tan bueno como Nacho dices …. «Bueno esto es complicadísimo» pero a los dos turnos estas mirando a los Lannister a ver que territorios les enganchas mientras que tienes cuidado de que no te enganchen los Stark…..
Una pasada.
Daniel -> al principio cuando te lo explica un profe tan bueno como Nacho dices …. «Bueno esto es complicadísimo»
¬_¬ Uy cómo ha sonado esto!!!!!!!
Lo que tienes que hacer es contactar con algunos de los que tienen el juego por Madrid y pegarles un toque. Si están deseando encontrar gente.
Yo creo que habiendote leído los libros tiene más gracía. Yo jugue una partida con desconocidos (que no se habían leído más que Juego de Tronos) en la gencon de BCN; iba con los Stark y rapidamente me alie con los Greyjoy y le decía: ¿no me irás a traicionar, verdad? Y el respondía: no, ¿por qué? El pobrecito no había leído Choque de Reyes.
Y yo decía todo el rato: «Lo mejor es todos contra los Lannister y después nos repartimos entre nosotros», y todos me miraban raro.
Tiene su gracia intertar comportarte como en los libros.
La segunda partida a la que jugué fue a cuatro jugadores. Me tocó con los Stark y me comporté como ellos. Hasta el punto que dejé al descubierto el trozo de mar que se encuentra al oeste de sus territorios. Y en el turno nueve me encontré con los Lannister entrando hasta la cocina como si fuesen los Greyjoy. No me incendiarion Invernalia pero casi casi. Como en los libros.
Y sí, los que hemos leído los libros los disfrutamos a otro nivel. Lo que no quita para que el resto no se lo pueda pasar bien 😀
Hombre Nacho, tampoco hay que ser suicida XD
¿También intentaste casar a Jon Nieve con Asha Geryjoy? Ups, perdón por el spoiler de A feast for crows XD XD XD
Es broma, je je
Nadie leerá esto, pero que quede recogido. Los de Devir la cagaron bien cagada con la traducción de la carta de Balon Greyjoy, que sólo reduce a cero la carta que saque el oponente. No su fuerza global.
Hoy, más que nunca, traduttore traditore XD