Yo no hago juicios morales. ¿Quiénes son los buenos? ¿Quiénes son los malos? ¿Qué sentido tiene? No hay recetas, ni izquierdas, ni derechas. Solo existen los hombres y sus actos. Nuestro tiempo es una época de nerviosismo constante, de todo y nada, un borrón donde todo se mezcla y se pierde lo esencial. Hay que encarar las cosas con la distancia suficiente como para verlas con un educado interés, nada más.
Pág 5 – Las cosas de la vida
Lauzier (Traducción de Álvaro Pons)
Fulgencio Pimentel