Para la ciencia ficción, la lección de la obra de Burroughs es evidente. Hace ya casi cuarenta años que apareció por primera vez la tira cómica de Buck Rogers, y tan sólo dos años menos que un siglo desde el nacimiento del mayor practicante moderno de ciencia ficción, H. G. Wells, y sin embargo el género sigue dominado en buena parte por el mismo conjunto de convenciones, el mismo repertorio de ideas y, lo que es pero, por la suposición de que aún es posible escribir relatos de viajes interplanetarios en que el atractivo radique más en lo real que en lo fantástico. Una vez que «levanta el vuelo» al espacio, toda la ciencia ficción es fantasía, y cuanto más seria trata de ser, cuanto más naturalista, tanto mayor es su fracaso, puesto que carece completamente de la autoridad moral y el poder de convicción de una literatura basada en la experiencia.
Pág 151 – Guía del usuario para el nuevo milenio
«Hacedor de mitos del siglo veinte» – New Worlds 1964
J. G. Ballard (Traducción de Octavio Di Leon)
Minotauro