Mi «pila», como todas, tiene un comportamiento anárquico que no siempre obedece a la voluntad de su creador. Salvo casos contados, no se deja inducir por ningún orden establecido sino que va ofreciendome las pequeñas unidades de las que está compuesta sin un plan previo. Pero este verano no va a ser así. En los dos meses de relajo de los que dispongo he preparado un sobredimensionado listado de libros presentes en ella, la mayoría capturas muy recientes, y me los va a pasar. Quiera o no. Otra cosa es que pueda enfrentarme ante tal sobredosis de páginas. A lo sumo será una muerte dulce.
Sin orden ni concierto:
- Novelas del mito: El caldero de oro, La orilla oscura y El centro del aire, de José María Merino
- La desagradable profesión de Jonathan Hoag, Robert A. Heinlein
- El ejercito de las sombras, de Simon Clarke
- Las edades de la luz, de Ian R. MacLeod
- 50 cuentos y 1 fábula, de José María Merino
- El espíritu del mago, de Javier Negrete
- Cartago triunfante, de Mary Gentle
- Planos paralelos, de Ursula K. Le Guin
- El mar de la muerte, Nancy Holder
- Galveston, de Sean Stewart
- Sólo un enemigo: el tiempo, de Michael Bishop (relectura)
- Paura, de varios autores
- La verdadera guerra de los mundos, de Joao Barreiros
- El último puente y Los jardines de la luna, de Steven Erikson
- Sherlock Holmes y las huellas del poeta, de Rodolfo Martínez
- El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon
- Giordano Bruno: el hereje impenitente, de Michael White
- Clara y la penumbra, de José Carlos Somoza
- Humanos, de Robert J. Sawyer
- La clave del laberinto, de Howard V. Hendrix
- Espacio revelación y Ciudad abismo, de Alistair Reynolds
- La cicatriz, de China Miéville
- Los premios Hugo 1973-1975, 1976-1977, 1978-1979 y 1980-1982, de varios autores (relectura)
Cuando comience el mes de septiembre haré balance del propósito, comprobando cuánto me he desviado. Y durante este tiempo atormentaré a mi rebaño con algún que otro informe de progresos. Avisados quedan.
Me has picado la curiosidad de poner en una verdadera pila todos los libros pendientes, a ver qué tan grande es la famosa The Pila. Seguro que no tengo ni la mitad de pendientes que tú.
¡Qué envidia!
Da un poco de vergüenza reconocerlo, pero ésta es la pila de «prioridades». Después tengo una pila «secundaria» con libros que no pierdo la esperanza de leer algún día. Son 4 cajas de tamaño considerable…
aun con «la cicatriz» por leer?????????
no tiene usted perdon de los dioses, joven…
Pues sí. Defensor de Miéville desde que lo publicó La Factoría a finales de 2001 y perezoso para leer el segundo libro, que lleva criando polvo varios meses en la pila. Puro snobismo XD